31 de agosto de 2025. Maratón de Sídney.
El Maratón de Sídney 2025 fue inolvidable, especialmente porque debutó como una de las principales maratones del mundo.
El día se convirtió en una carrera épica por el Puente del Puerto y un final espectacular en la Ópera. El público estaba electrizante, los carteles divertidísimos y el tiempo perfecto. Mantuvimos el ritmo, seguimos nuestro plan de gel, y me sentí especialmente orgulloso de terminarla tan solo 7 meses después de una importante cirugía de espalda.
Cruzando la meta de la mano, celebramos nuestro séptimo major con medallas, ovaciones y el espíritu festivo de Sydney.
Lo que encontrarás en este post
El Maratón de Sídney 2025 pasará a la historia como uno de los eventos de carreras más inolvidables del mundo. El 31 de agosto de 2025, Sídney albergó su primera carrera como Maratón Mundial Abbott oficial, sumándose a las prestigiosas carreras de Boston, Londres, Berlín, Chicago, Nueva York y Tokio.

Con un campo de corredores récord, un clima perfecto y uno de los recorridos de maratón más emblemáticos del planeta, el Maratón de Sídney ofreció de todo, desde vistas del Puente del Puerto hasta un impresionante final en la Ópera.

Este informe de carrera y guía de viaje combina todo lo que un corredor o espectador necesita saber:
- Resumen completo de la carrera Maratón de Sídney 2025: aspectos destacados del recorrido, estrategia de ritmo, tiempos límite y experiencias personales.
- 🗺️ Guía de viajes y turismo: desde los lugares emblemáticos de Sídney hasta las atracciones locales para corredores.
- Carga de carbohidratos y comidas posteriores a la carrera: las mejores opciones de comida para maratonistas en Sídney.
- 🎽 Logística de la exposición y la carrera: recogida de dorsales, ambiente y qué esperar el fin de semana de la carrera.
- ✈️ Consejos para corredores internacionales: visas, vuelos y asesoramiento sobre alojamiento.
Ya sea que planees correr Sídney en los próximos años, busques tu medalla de 7 estrellas en los Abbott World Marathon Majors o simplemente sientas curiosidad por saber qué hace tan especial el recorrido del Maratón de Sídney, esta guía lo explica todo. Desde la atmósfera épica del día de la carrera hasta consejos de viaje de expertos, ¡aquí te explicamos por qué Sídney ya se ha convertido en uno de los maratones imprescindibles del mundo!
TLDR; “demasiado largo, no lo leí”
- ¡Solo quiero correr! Llévame a la CARRERA.
- Tengo 1 minuto. Llévame a INFORMACIÓN ÚTIL.
- Correr es mi excusa para viajar. Llévame a PRE-VIAJE o a VIAJE.
- Correr es mi excusa para comer. Llévame a CARBOLOADING.
- Quiero saber qué leer en el avión. Llévame a UN LIBRO (¡Sólo por esta vez os doy dos!)
- ¡Es un vuelo de larga distancia! Llévame a PARA SABER MAS.
🏅 Sydney se convierte en una nueva major… ¡y queremos correrla!
Sídney fue reconocida oficialmente como la séptima Maratón Mundial Abbott Major el 3 de noviembre de 2024, en la Maratón de la Ciudad de Nueva York, haciendo historia al ser la primera incorporación desde Tokio en 2013.
Tras un riguroso proceso de candidatura de varios años y una participación récord (20.272 finalistas en 2024), aseguró su lugar para el 31 de agosto de 2025….
Así que… ¡planeamos estar allí ese día y hacer historia! Etiqueta: "SÍDNEY, AQUÍ VAMOS"

La exitosa candidatura de Sydney se basó en varios factores clave:
- Finalización de dos años consecutivos de evaluación (2023 y 2024) cumpliendo con los estándares Abbott WMM.
- A campo grande y en crecimiento—de 5.300 participantes en 2022 a más de 20.000 en 2024—lo que demuestra un fuerte compromiso de los corredores.
- Una clase mundial ruta de la ciudad, finalizando en la Ópera de Sídney y cruzando el Puente del Puerto, con el apoyo de inversiones gubernamentales e infraestructura organizativa.
🌍 Pre-viaje 📷
🇦🇺 Antes de viajar: ¡Trámite de VISA y un viaje al pasado! 🛂
Habíamos visitado Australia en el pasado, por lo que sabíamos muy bien que se necesita una visa con anticipación.
Nuestra última solicitud de visa fue para la media maratón de Melbourne, que tuvimos correr en 2023.
Habíamos estado en Sydney en 2009, así que estábamos ansiosos por comprobar si la ciudad había cambiado mucho.
Lo más destacado de Sídney desde la perspectiva de un local 🇦🇺
Nuestra agencia, la siempre buena y siempre confiable Maratón Tours y Viajes, Nos enviaron una guía de "cosas que ver en Sídney" de un lugareño. No mencionaron quién era el lugareño, ¡pero la lista era bastante buena!
Incluía:
- Puente del puerto de SídneyBridgeClimb Sídney es una experiencia icónica en Australia que te lleva a la cima de la estructura más famosa y célebre del país: el Puente del Puerto de Sídney. ¡Los corredores disfrutan de un descuento de 10% durante la semana de la carrera!

- Ópera de SídneyPosiblemente el atractivo más famoso de Sídney, este emblemático teatro de ópera cuenta con seis salas de espectáculos, entre ellas una sala de conciertos, un teatro de ópera y espacios para las artes escénicas. También se celebran conciertos y festivales al aire libre, en el patio.

- Zoológico de TarongaEn 100 años, Taronga ha evolucionado de ser un lugar de entretenimiento a un centro consolidado de conservación y educación, convirtiéndose en el zoológico más emblemático del norte de Sídney. Tome un ferry para disfrutar de las impresionantes vistas que ofrecen los animales.

- Real Jardín Botánico de Sídney y la Silla de la Sra. MacquarieEl Real Jardín Botánico de Sídney, un vasto parque en la ciudad, es el lugar perfecto para hacer un picnic o relajarse. Recorra los senderos y aventúrese hasta la Silla de la Sra. Macquarie, una histórica silla tallada por convictos en 1810. También es uno de los mejores miradores del puerto de Sídney.
- Hyde ParkVisite el parque más antiguo de Australia y descubra lugares históricos como el Monumento Conmemorativo de la Guerra de Anzac, la Fuente Archibald y el museo Hyde Park Barracks. El famoso Museo Australiano, con sus colecciones naturales y culturales, también se encuentra junto al parque.
¡Animación previa a la carrera!
🐐 ¡Mira The GOAT: El camino de Kipchoge a Sydney!
Un par de meses antes recibíamos la emocionante noticia de que Eliud Kipchoge, el mejor maratonista de todos los tiempos, y a quien vimos de cerca en Berlín, iba a correr el maratón.

Un correo electrónico muy convincente lo anunciaba así:
“No se trata solo de medallas ni récords. Se trata de mentalidad. Se trata de fe. y Se trata de convertir la duda en combustible y lo imposible en historia. Eliud es más que un corredor, es un narrador. Y ahora trae su historia a Sídney para inspirarte a ti, a tus amigos, a tu familia y a todos los futuros campeones que alguna vez pensaron que no eran suficientes.“

Sinceramente, ¡era difícil no emocionarse al recibir correos como este!
A menos de cinco semanas de que Sídney se convierta en el escenario mundial de nuestro primer Maratón Mundial Abbott, estamos tan emocionados como ustedes. Y seamos realistas, no se trata solo de correr. Se trata de la experiencia. Y no dejamos nada al azar.
Beneficios: prueba de iFit 🤔
Exactamente 6 semanas antes del maratón recibimos un correo electrónico con una prueba gratuita de una aplicación de entrenamiento que no conocía, “iFit”, ¡y decidí probarla!

La app era muy completa, preguntándome sobre mis objetivos e incluso qué tipo de entrenador quería: "¿Motivador"? "¿Tranquilo?" "¿Atleta olímpico/duro"? 😜 Elegí "Divertido" y "Motivador" ¡y esperé lo mejor! 🤭
Hora límite 😖
Como todavía me estaba recuperando de mi cirugía de finales de enero, revisé cuidadosamente el tiempo límite.
El Maratón de Sídney TCS tiene un tiempo límite para garantizar que los cierres de carreteras finalicen sin problemas y que los vehículos de barrido puedan despejar el recorrido. Los corredores que no cumplan con los tiempos límite en los puntos de control intermedios podrían ser desviados del recorrido por razones de seguridad y tráfico.
El tiempo máximo oficial para el maratón completo es de 7 horas. Esto significa que todos los participantes deben cruzar la meta dentro de ese plazo. Esto se traduce en mantener un ritmo promedio de aproximadamente 9 minutos y 57 segundos por kilómetro.
Incluso hubo marcapasos durante 7 horas, guiando al último grupo con paso firme hacia la meta. ¡Era la primera vez que veía marcapasos durante 7 horas!
Mientras corríamos, en el kilómetro 28, miré al otro lado de la carretera y vi que cerraban la carrera alrededor del kilómetro 20. Fue surrealista darme cuenta de lo lejos que habíamos llegado, mientras pensaba: "¿Aguantará mi espalda...?". Alerta de spoiler: ¡Sí! Y me siento inmensamente afortunado por ello.
🌍El viaje 📷
El camino a Sídney: de Port Vila al maratón ✈️
El revuelo comienza en Nadi
El entusiasmo por Sídney empezó de forma inesperada. Estábamos en Nadi, esperando nuestro vuelo retrasado a Port Vila, cinco días antes del maratón. Estaba mirando los horarios límite para Sídney en mi teléfono mientras organizaba una cita con Euan y Jo, la pareja australiana que conocimos durante nuestro Stans Tour el año pasado. El plan era verlos en un bar elegante cerca de nuestro hotel.
Cuando me di la vuelta, no podía creer lo que veía. Allí estaba Lichu, la leyenda taiwanesa-estadounidense que conocimos en Madagascar. Tenía setenta y ocho años, había corrido más de 150 maratones en otros tantos países y, por supuesto, llevaba una camiseta del Maratón de Boston. 🦄 Nos acercamos a saludarla y enseguida nos vimos enfrascados en una conversación.
Hablamos de los tiempos límite, la exposición y las zonas de salida y meta. Nos dijo que incluso habría marcapasos de siete horas. Planeaba terminar en menos de siete horas. Nosotros no estábamos tan seguros de nuestro propio tiempo. Todo dependería de mi espalda y de la pierna de Roger. Nuestro único objetivo era simple: terminar sin el temido abandono. Hablar con ella me animó. Había corrido la Antártida dos veces, una en 2008 con un barco ruso. 😅 También mencionó nuevas carreras en Brunéi y Tonga. Tantas historias, tantos lugares por correr. 😉
Así empezó realmente nuestro viaje a Sídney. No con una tarjeta de embarque, sino con una camiseta de Boston, anécdotas del maratón y conversaciones nerviosas sobre los tiempos límite. Estaba emocionado, pero también asustado. Iba a ser nuestro primer maratón en más de un año, después de mi cirugía y la biopsia de Roger.
Viajando a Sídney
¡A volar, a volar, a volar! En total, necesitamos once vuelos para llegar a Sídney. De Barcelona a Estambul (#1), a Manila (#2) y luego a Puerto Moresby (#3). De allí volamos a Mount Hagen y de vuelta (#4 y #5), luego a Honiara (#6), a Nadi (#7), a Apia (#8), de vuelta a Nadi (#9) y luego a Port Vila (#10). El último tramo fue de Port Vila a Sídney (#11).
Mientras esperaba en un aeropuerto, incluso capturé un video de un enorme avión de SolomonAir despegando justo frente a nosotros. 📹 Parecía una señal de que este largo maratón de viajes estaba por terminar.
Nuestro vuelo de cuatro horas en Jetstar desde Port Vila transcurrió sin incidentes. El avión iba lleno de familias australianas con niños pequeños. Era evidente que Vanuatu era un destino vacacional familiar, a pesar del reciente terremoto que obligó a cerrar muchos hoteles. Ocho meses después, algunos seguían cerrados.
Llegada a Sídney
¡Y por fin, Sídney! 🌟 Aterrizamos por la tarde y le tomé una foto al cartel de "Syd" del aeropuerto. Estaba rebosante de emoción. Correr un maratón en una ciudad genial siempre me llena de energía.

Enseguida vimos a otros corredores. Se notaba por sus chaquetas Boston y sus zapatillas.
Pasar por la aduana fue rápido y sin contratiempos, igual que en Melbourne. Gracias a nuestros pasaportes electrónicos y visados online, pasamos en minutos. Nuestro taxista vio nuestras camisetas de "Frozen Lake Marathon" y "NYC Marathon" y supo al instante por qué habíamos venido. Nos dijo que muchos otros también llegaban para la carrera. Justo a nuestro lado, un coche con el cartel "Sydney Marathon" recogía a atletas de élite. 🏃♂️
El aire de la tarde era fresco, 19 °C, pero no frío. Roger ni siquiera se puso la chaqueta. Yo llevaba mi camiseta de Nueva York de manga larga y me sentía bien. Si el domingo seguía así, el tiempo para la carrera sería perfecto. Entrando en la ciudad, llegamos a Wentworth y vimos una señal de neón que decía "Maratón de Sídney". Por fin parecía real.
El hotel Sofitel Wentworth
Nos registramos en el Sofitel Wentworth, el hotel elegido por Marathon Tours and Travel. Era lujoso, con salones elegantes, pero con una iluminación tan tenue que apenas podía ver la recepción. 💡
Nos saltamos los mostradores de autofacturación y nos sentamos con una joven recepcionista china. Estaba tan entusiasmada y agradecida que parecía estar a punto de sufrir un ataque de nervios.
Arriba, nos encontramos con Karen de MTT en el ascensor. Preguntamos si había un médico con el grupo. Confirmó que Sonja, a quien habíamos conocido en Madagascar, estaba allí. Eso nos tranquilizó. Roger todavía tenía una astilla clavada en la planta del pie, aunque pensé que por fin había conseguido sacársela.
Elegí un rigatoni de calabaza con abundante aceite de oliva. A Roger también le gustó su plato, un ragú de carne. Era un combustible caro, pero perfecto.
Un viernes repleto 🏃
Sídney es una ciudad increíble, llena de lugares emblemáticos de fama mundial. Marathon Tours and Travel supo cómo hacer que nuestro viaje fuera perfecto.
Organizaron el viernes con visitas turísticas y preparación para el maratón, dejando el sábado como día de descanso con una cena previa a la carrera repleta de carbohidratos.

Este plan funcionó de maravilla. Exploramos, nos relajamos y nos sentimos listos para afrontar el Maratón de Sídney del domingo.
Recorrido turístico por Sídney 🚌
Justo antes del mediodía nos unimos a un tour de medio día por Sídney. Nuestro guía local llenó el autobús de historias, datos y curiosidades.
Pasamos el centro de la ciudad, donde los edificios de arenisca se unían a los rascacielos de cristal. Sídney parecía histórica y moderna a la vez.

A continuación, The Rocks, el barrio más antiguo de Sídney. Sus calles adoquinadas, pubs y callejones ofrecían una visión del Sídney del siglo XIX.
Rose Bay y vistas a la costa ⛵
Paramos en Rose Bay, la más grande del puerto de Sídney. Los yates navegaban tranquilamente y tomamos fotos impresionantes de la Ópera.
A continuación, continuamos con el Paseo Costero por los Acantilados. Impresionantes acantilados de arenisca se hundían en el Pacífico. Nos detuvimos a menudo para respirar el aire salado.

Faros históricos, cementerios que dominaban las olas y prestigiosas escuelas bordeaban la ruta. Era una rica mezcla de cultura y paisajes.
Playa Bondi y la vida local 🏄
La playa de Bondi estaba llena de gente local y turistas. La arena estaba cálida, los surfistas remaban con suavidad y la gente llevaba sus tablas a la orilla.

Era una soleada mañana de viernes, el típico ambiente de Sídney. Todos parecían relajados y activos a la vez.

Lo absorbí todo, disfrutando de la mezcla de sol, surf y observar a la gente. El ambiente era contagioso.
Crucero al atardecer por el puerto de Sídney 🌅
De regreso a Darling Harbour, abordamos un crucero al atardecer de dos horas.

La luz dorada resaltó el Puente del Puerto y la Ópera.

Pasamos bajo el puente, con banderas australianas y aborígenes ondeando con orgullo. Un refrigerio ligero y música contribuyeron al ambiente relajado.

La ciudad se oscureció lentamente, revelando el brillante horizonte. El Luna Park brillaba a lo lejos. El puerto de Sídney lucía mágico.

Mini Maratón y Preparación Previa a la Carrera 👟
El sábado nos lo tomamos con calma. Recorrimos el recorrido del maratón a pie y exploramos la zona de meta.
Esa mañana se celebró el Mini Maratón TCS de Sídney. Fue una carrera de 5 km para todas las edades, con final en la Ópera.

Ver a los corredores regresar con medallas fue energizante. La ciudad bullía con la anticipación del maratón, los cierres de carreteras y los residentes haciendo ejercicio por todas partes.
Puente del puerto de Sídney y mirador Pylon 🌉
Subimos 200 escalones hasta el Mirador del Pilón, dentro del Puente del Puerto. Las vistas panorámicas del puerto eran impresionantes.

El museo interior detallaba el diseño y la construcción del puente, así como la vida de los trabajadores. Hizo que la visita fuera significativa y pintoresca.
Desde allí comprendí por qué este es uno de los monumentos más reconocibles de Australia.

Recuerdos de correr en The Rocks 🏙️
Después del Puente, volvimos a The Rocks. El Hotel Australian, un pub declarado Patrimonio Histórico, nos trajo recuerdos de 2009.
Recordé haber corrido por la calle del Canal de Suez hace años. Los lugareños nos ayudaron a identificar el estrecho callejón con una historia llena de color.
Lo volví a correr y recreé mi antigua foto. Las calles adoquinadas, los edificios históricos y los animados pubs de The Rocks lo convierten en el sueño de cualquier corredor.
Té con una leyenda del maratón 🍵
Esa tarde tomamos un té en el Intercontinental con Lichu Sloan, un corredor de 77 años con más de 350 maratones completados.

Su cartel decía “77 años, 140 países, 350 maratones”. Despertó la admiración de todos los que nos rodeaban.

Compartimos historias de carreras pasadas y futuras, y planificamos la logística para la salida del maratón al día siguiente. La inspiración abundaba.
Cena de pasta antes de la carrera 🍝
Llegamos a la cena de pasta previa a la carrera temprano en la noche, llenos de expectación. Los organizadores de MTT sabían que todos se irían a la cama temprano esa noche.
El bufé era espectacular, repleto de pasta, verduras frescas, carne y pescado. Todos comían como si no hubiera un mañana. Una foto en blanco y negro de Lady Di me recordó el ambiente de la Commonwealth.

Sentados con la tripulación estadounidense, bromeamos: «Hoy comemos sin remordimientos. ¡Mañana lo quemamos todo!». La sala estaba abarrotada, llena de energía.
Gala Vibes, estilo corredor
El lugar parecía una gala, pero en lugar de esmóquines, todos vestían ropa deportiva. Cientos de corredores llenaban el espacio, charlando y riendo. La emoción era contagiosa.
Los discursos comenzaron con Chris Miller, de Abbott. Nos recordó por qué corremos: "Vivan con plenitud. Corran por quienes no pueden". Luego compartió algunas palabras del profeta Isaías.
A continuación, Jeff habló sobre las futuras Maratones Majors en Ciudad del Cabo y Shanghái. Dedicó una crítica entusiasta a Shanghái. La energía en la sala se disparó.
Persiguiendo la séptima estrella ✨
Donna, de World Marathon Majors, reveló que mañana tendremos 35.000 corredores. ¡Cuatro mil persiguiendo nuestra séptima estrella!
Reprodujo un video increíble que puso a todos de pie, aplaudiendo. La emoción de participar en un maratón tan histórico fue electrizante.
Esa noche me acosté con la emoción a flor de piel. Mañana nos esperaba el Maratón de Sídney, y estábamos listos para perseguir nuestros sueños.
📅 La Expo de la Maratón 🎽
Llegamos a la Expo sobre las 10 de la mañana del viernes. No había colas ni caos, lo cual fue una grata sorpresa.
La Expo se celebró en el ICC Sídney, en Darling Harbour. El recinto era moderno y estaba ubicado frente al mar. El centro de la ciudad brillaba bajo el sol.

Caminar hasta allí fue fácil. El hotel estaba a solo un kilómetro, pero la zona está bien comunicada si te alojas más lejos.
Recogida de dorsales y diversión en la Expo 🏅
Recogimos nuestros dorsales inmediatamente. Cuando el personal se dio cuenta de que éramos finalistas de 7 Majors, tocaron una campana y nos entregaron mangas azul brillante.
Las mangas estaban decoradas con siete estrellas. Fue un toque divertido y energizante que marcó la pauta del fin de semana.

Exploramos la exposición de corredores, más pequeña que la de Nueva York o Chicago, pero aun así emocionante. Había colas para fotos con las medallas de los Abbott Majors:
Mercancía, marcapasos y mapas del recorrido 🎽
Visitamos la tienda oficial de artículos deportivos y estudiamos el mapa del recorrido. Algunos corredores probaron las cintas de correr y calentaron para el fin de semana.
Compré una gorra azul a juego con mi camiseta de la carrera. Me sentí bien preparándome y disfrutando de la Expo a un ritmo relajado.
Al salir, llegaron más corredores y se formaron colas. El ambiente era festivo, estimulante y lleno de emoción.
🏃♀️ La carrera 🏃♂️
Metro hasta el inicio 🚇
El metro era gratuito para los corredores si enseñábamos nuestros dorsales. Lo hicimos. Cientos de corredores llenaron la estación, pero el metro no colapsó. Tras tres paradas y una caminata de un kilómetro por el norte de Sídney, llegamos sin problemas. El barrio parecía agradable y animado.
En la asamblea, los corredores llevaban pijamas y capas que luego desecharon al principio. Roger rió: "¡Algunas de estas prendas son más nuevas que las mías!". Se encendieron fogatas para calentarse. Una anciana gritaba "¡Hazlo otra vez!" cada vez que se encendían. La energía era electrizante.
Ah, e incluso vimos una mini botella vacía de JäggerMeister abandonada, junto a una cáscara de plátano y algunos geles de glucosa: ¡vaya manera de prepararse para correr!
De camino a la línea de salida, pasamos por un gran colegio marista y una pequeña iglesia. Su letrero decía: "Papa Leo advierte sobre el cambio climático: abandonen los combustibles fósiles". Mientras estirábamos, una mujer del lugar nos preguntó si ya habíamos terminado porque llevábamos puestas nuestras camisetas de "Finisher". Otro corredor gritó: "¡Trae mala suerte ponérsela antes de la carrera!". Respondimos: "¡No, trae buena suerte!". Y así fue.
Vibraciones en la línea de salida 🔥
Las filas para los baños estaban abarrotadas, pero todo se despejó a tiempo. El ponente se esmeró en motivarnos. Nos encantó cuando dijo: "¡Mucha gente se inscribió... y siguen durmiendo! ¡Asistir es la mitad del trabajo!". Quizás no la mitad, pero añadió: "Creemos en ti" y "Solo tú puedes lograrlo". Funcionó.
Empezamos a las 8:00 en el tramo de 4:30 a 5:00, perfecto para mantener el ritmo. Nos mantuvimos cerca del ritmo de 4:40. Nuestro plan era correr despacio: 6:30 minutos por kilómetro, quizá más despacio, hasta que no pudiéramos aguantar más. Esperábamos parar en el kilómetro 28 o 30. Había geles programados para los kilómetros 9, 18, 27 y 36.

La salida en Miller Street, en North Sydney, muy cerca del North Sydney Oval, se sintió eficiente. Las amplias rampas de salida estaban bien diseñadas y la multitud rebosaba energía. De inmediato, el recorrido se sumergió en una suave pendiente descendente de entre -4% y -6%. Tuve que controlar el ritmo.

Luego vino la subida al Puente del Puerto con una pendiente del dos y medio por ciento, seguida de un descenso del menos tres por ciento.
Cruzar el puente fue mágico. Seis carriles cerrados al tráfico, solo corredores. La Ópera, el resplandeciente horizonte de la ciudad y el puerto se extendían ante mí. Sídney brilló, sobre todo porque era la primera vez que el maratón era una carrera importante. 🏁

Hacia la ciudad y Circular Quay 🌊
Después del puente, atravesé The Rocks y bajé hacia Circular Quay. El recorrido serpenteaba hacia Barangaroo y Darling Harbour. Los organizadores habían eliminado varias curvas cerradas, y la carrera se sentía más fluida.

Esta sección fue llana y perfecta para encontrar el ritmo. Me dio tiempo para relajar la zancada y conservar la energía.
Los espectadores lo hicieron aún mejor. El muelle y el puerto estaban llenos de vítores y ánimos, y pude sentir la emoción.

Equipos de animación y carteles 🦘
La multitud se alineaba a lo largo de la ruta con carteles divertidos e inspiradores. Algunos ondeaban enormes canguros inflables. Otros sostenían fotos de corredores, perros o gatos. A veces, los organizadores nos paraban brevemente, al estilo Boston, para dejar pasar a la gente. "Corre por la izquierda" o "Corre por la derecha", y dos pasos después, los peatones ya habían pasado.

Las chicas vieron nuestras camisetas Sydney a juego y gritaron: "¡Camisetas a juego, a juego, a juego!". Los carteles nos hicieron reír. Algunos de los mejores fueron:
- “Sí se puede” (lo grité y él respondió “¡Que sí!” en español)
- “Toca aquí para encender”
- “Busco un hombre que pueda llegar hasta el final”
- Corre si crees que soy linda
- “Corre como las gaviotas después de comer tus papas fritas”
- “Estás corriendo más rápido que el tráfico de Sídney”
También había un orador animando a los corredores a mitad de la carrera. Cuando pasamos, vio mis mangas con las siete estrellas y gritó: "¡Siete estrellas, cariño!". Señalé mi brazo con orgullo. Estaba muy alto. También vi a un par de mujeres con pendientes con forma de corredora. Me encantó. Y vi a una corredora con un globo con forma de koala. Muy australiano.
Energía de la sección media 🎶
Desde allí, me adentré en Pyrmont y pasé por Taylor Square. A unos 15,4 kilómetros, se había convertido en una auténtica zona de fiesta. La energía de la multitud me mantuvo motivado.

El terreno se mantuvo prácticamente llano, con pequeñas subidas y bajadas. Entre los kilómetros 15 y 20, me topé con un tramo de bajada que me permitió recuperarme.
Los cambios de diseño eran evidentes. Los tramos estrechos en Darling Harbour y Pyrmont habían desaparecido, reemplazados por largas rectas a lo largo de Anzac Parade. Ese espacio me dio libertad para encontrar el ritmo.

Combustible en el recorrido 🥤
Los puestos de socorro eran frecuentes y estaban bien equipados. Servían Powerade azul, que estaba buenísimo, agua y geles. Tomé dos en cada ocasión. Los de mandarina y naranja estaban buenísimos, los de cola no tanto. Nunca vi esponjas mojadas, masajes ni paradas de reflejos.

Nuestro plan de ritmo y gel funcionó a la perfección. Mantuvimos un ritmo de 6:30 durante toda la carrera y terminamos en 4:42 sin caminar. Fue el primer maratón de Roger sin caminar. Un corredor japonés vio los brazaletes de Roger y dijo "7 estrellas" con un acento que al principio nos costó entender.
Vimos a los famosos corredores piña de Aloha, siempre presentes en las carreras principales. Aparecieron algunos disfraces elegantes: uno de Spiderman o uno de Temerario. También aparecieron algunas banderas: venezolana, mexicana, china y española. Un español incluso llevaba su bandera como falda. La mayoría eran filipinos y taiwaneses. Las mujeres musulmanas corrían con largas camisetas negras.

Un grupo de chicas corredoras me dio ositos de goma, pero no los vi. En el kilómetro 38, dos españolas ondearon la bandera española cerca del Parque Centenario. Ese parque olía mucho a marihuana... pero no a ellas.
Circuito del Parque Centenario 🌳
Al recorrer el circuito del Parque Centenario, a unos 30 o 34 kilómetros, sentí un cambio. Entré en uno de los lugares verdes emblemáticos de Sídney y sentí una oleada de calma.

Las ondulaciones aquí eran moderadas, pero suficientes para poner a prueba las piernas cansadas. La fatiga se acumulaba y controlar el esfuerzo se volvió crucial.
El parque era precioso, pero me recordé a mí mismo que no debía relajarme demasiado. Esas colinas podían robarme la energía si me desconcentraba. El Allianz Arena estaba repleto de música y ambiente. Los jóvenes cantaban "Sweet Caroline" a todo volumen. Parecía una fiesta. En la estación de tranvía de Kingston, quizá en el kilómetro 32, sonaba "Vengaboys" a todo volumen. Había tiendas a lo largo de la calle, desde un estanco hasta un restaurante tailandés. La aleatoriedad de la música, las tiendas y los corredores de maratón era surrealista.
Clima perfecto y vistas impresionantes 🌞
El clima era perfecto. Soleado pero fresco. Llevaba mangas y pantalones largos, así que no me quemé. El aire fresco nos mantuvo en marcha.
El Parque Centenario era mágico bajo enormes árboles. Pero este circuito no tenía sombra. Era un poco montañoso, pero pintoresco y con vistas increíbles. Podías correr sobre el Puente del Puerto, pero también bajo él. Ver la enorme estructura de hierro tan de cerca fue impresionante. Durante ese tramo, la vista de la Ópera fue inolvidable.

Me dolía un poco la espalda, pero aguantó. Estaba muy animado y el paisaje me hacía sonreír.
El empujón final 🏔️
Después del parque, llegué a Hyde Park y pasé corriendo por Art Gallery Road. El recorrido me llevaba hacia Mrs. Macquarie's Chair. Este fue el punto débil, una subida tardía con un desnivel medio del tres por ciento.
Mi cuerpo protestó, pero sabía que la recompensa estaba cerca. Tras la subida, llegó un descenso de 400 metros con una pendiente de aproximadamente -3%.

En el kilómetro 41, empezamos a grabar. Estábamos cerca, cogiendo ritmo, todavía asombrados de haber corrido todo el camino.
Me dolían las uñas de los pies, sospechaba que las perdería, pero seguí adelante. El último kilómetro fue impresionante. Un tramo cuesta abajo se abrió al brillante océano azul. Aceleramos, motivados como nunca. Entonces, un giro a la derecha reveló la Ópera. Uno de los mejores finales de carrera de la historia.

Corrimos rápido, de la mano, rodeados de cientos de personas que nos animaban. A los pies de la Ópera, terminamos. Estábamos eufóricos. La organización, el clima, el recorrido y el apoyo fueron excelentes. Y así, sin más, terminamos nuestra séptima gran prueba.
Elevación de un vistazo 📈
La Carrera del Puente, del kilómetro cero al kilómetro tres, trajo descensos, seguidos de una breve subida y bajada. El tramo del Centro, entre el kilómetro tres y el kilómetro ocho, fue llano. La Sección Intermedia y el Desfile, del kilómetro ocho al kilómetro dieciséis, presentaron ligeras ondulaciones. El Parque Centenario, del kilómetro treinta al kilómetro treinta y cuatro, presentó suaves colinas. La Subida y Bajada Final, entre el kilómetro treinta y cinco y la meta, me puso a prueba con una subida y luego un alivio.
El desnivel total ganado fue de unos 317 metros. El descenso total fue de unos 400 metros, lo que resultó en un desnivel neto de unos 83 metros. Sentí cada metro.
Lugares de interés y experiencias 🌏
El Puente del Puerto fue icónico, con sus primeras subidas y vistas panorámicas. The Rocks, Circular Quay, Barangaroo y Darling Harbour atrajeron a la multitud y atrajeron a los visitantes. Taylor Square y Anzac Parade fueron los lugares con mayor energía. El Parque Centenario lucía verde y desafiante. Hyde Park y la Silla de la Señora Macquarie se convirtieron en la batalla final. La llegada a la Ópera lo selló con gloria.
Cada sección tenía su propia atmósfera. Algunas ofrecían ritmo y calma, otras irradiaban energía, mientras que la última me exigía todo lo que me quedaba. No era solo un recorrido llano. Era un recorrido atractivo y lleno de carácter.
El final épico 🎉
La medalla lucía elegante. La bolsa de finalista contenía una barrita de proteínas, una manzana, agua y una bebida isotónica. Charlamos con un alegre corredor nepalí que acababa de completar su primer maratón. A nuestro alrededor, algunos corredores tenían dificultades y algunos necesitaron atención médica.

Salir fue más difícil que correr 42 km. Caminamos entre la multitud de finalistas exhaustos hacia las salidas. Para cruzar la calle, tuvimos que usar un paso elevado mientras los corredores más lentos seguían avanzando.

Un momento gracioso: una madre española le dijo a su hija: «Imagínate que corrimos». Me giré y le dije: «Pero te falta la medalla». Todos nos reímos. Nos tomamos fotos frente a la Ópera y el Puerto. El día era glorioso y estábamos eufóricos. Por todas partes, los corredores mostraban sus medallas con orgullo, algunos comiendo helado, todos sonriendo. Sídney se convirtió en un festival.

Mis consejos para otros corredores 🏃
- Entrena las cuestas tanto en subida como en bajada. La combinación de pendientes requiere cuádriceps fuertes y un ritmo constante. Evita abusar del descenso del puente al principio.
- Aprovecha las rectas largas como Anzac Parade para encontrar ritmo. El Parque Centenario intentará agotarte, así que mantente alerta.
- Guarda fuerzas para la subida final. Una vez coronada, podrás descender a la Ópera con energía.
🍽️ Qué comer en Sídney si eres corredor 🏃♀️🇦🇺
Ya sea que estés buscando un récord personal en el Maratón de Sídney O simplemente para ir a por los bocadillos de la meta, alimentarse adecuadamente es parte de la aventura. Aquí tienes una guía divertida y fácil de digerir para comer en Sídney como un auténtico turista corredor.
🍝 Carga de carbohidratos (antes de la carrera)
Porque no puedes correr 42,2 km sólo por ambición.
- Pasta al estilo italiano en Leichhardt 🇮🇹
Conocida como la "Pequeña Italia" de Sídney, Leichhardt ofrece una gran variedad de templos de la pasta. Piensa en linguini, raviolis o los clásicos espaguetis a la marinara. Eso sí, no te excedas o acabarás con un bebé de carbohidratos el día de la carrera. - Laksa de Chinatown 🍜
Esta sopa de fideos picante es intensa, deliciosa y sorprendentemente energizante. Si te atreves a comer chili la noche anterior a una carrera, esta podría ser tu comida favorita. (Advertencia: puede resultar en... extra Corre al baño portátil.) - Todo hecho con masa madre de Bourke Street Bakery 🥖
Sídney se toma muy en serio la masa madre. Prueba un sándwich sustancioso o un pastel con mucho peso. Es el tipo de carbohidrato que dice: "Apoyo tus objetivos... y tu glucógeno".
Había leído que un error común era no consumir suficientes carbohidratos los tres días previos a un maratón. Decididos a no repetirlo, comenzamos a cargar carbohidratos de inmediato.
El Sofitel ofrecía un servicio de comida a la habitación de lujo. Pedimos dos platos de pasta que nos costaron 77 dólares australianos.
El precio era escandaloso, pero la comida era excelente.


🥩 Recuperación de proteínas (después de la carrera)
Porque después de 42 km, te has ganado el derecho a comer como una leyenda.
- Pastel de carne australiano con un toque de orgullo 🥧
Una recompensa hojaldrada, carnosa y llena de salsa por tu heroico esfuerzo. Se disfruta mejor al sol, sin zapatos y con la medalla puesta. - Barramundi en un café junto a la playa 🐟
Corriste junto al puerto; ahora prémiate con algo que alguna vez nadó en él. Ligero, sabroso y muy australiano. - Barbacoa coreana en Eastwood 🔥
Siéntate, cocina, come, repite. El sueño proteico post-carrera. Es práctico, pero a un ritmo lento, igual que tu carrera de recuperación de mañana.
Consume energía de forma inteligente, corre con fuerza, come con orgullo y quizás lleva pantalones elastizados. 🏅👖

Información útil
Maratón de Sídney. Mini maratón de 42k / 10k / 5k.
🌐 Sitio web https://www.tcssydneymarathon.com/
🗓️ Finales de agosto en Sydney, Australia, Oceanía.
👟Traer calzado de ciudad.
✅ ¡Un Maratón Mundial! Público motivador, letreros divertidos, música en vivo y corredores de todo el mundo crearon un ambiente festivo.
✅ Recorrido y final épicosCruzar el Puente del Puerto y terminar en la Ópera es sencillamente inolvidable.
⚠️ Baños y salidas abarrotadosEspere largas colas antes del inicio y salidas lentas después de la carrera a través de áreas abarrotadas.

Mapa



Un libro
En esta ocasión, dado que el vuelo a Sydney es realmente largo, os presento no uno sino dos ¡Opciones de libros! La primera es:
📖 “En la Murciélago" por Jo Nesbo.
Leer The Bat antes de viajar a Sídney es una forma divertida de combinar turismo con narración 🦇📚. La primera novela de Harry Hole, escrita por Jo Nesbø, te sumerge en la atmósfera de la ciudad, desde playas soleadas hasta callejones oscuros, ofreciéndote un recorrido ficticio junto con una apasionante investigación criminal 🌏🔍.
Aprenderás la jerga local, percibirás la mezcla cultural y quizás incluso identifiques algunos lugares al pasear. Es como llevar una guía de viajes con tintes noir en la mochila, lo que hará que Sídney te resulte familiar y emocionante incluso antes de aterrizar.

ResumenLa trama sigue a Harry Hole, un detective noruego enviado a Sídney para ayudar a investigar el asesinato de una joven noruega 🇳🇴🕵️. Junto con un detective aborigen, Harry se adentra en los entresijos de la ciudad, destapando una serie de asesinatos y encontrándose con una mezcla de personajes peculiares, peligrosos y trágicos 🎭⚡. A medida que la investigación avanza, la línea entre el deber profesional y la implicación personal se difumina, lo que conduce a una conclusión tensa y emotiva que te deja pensando mucho después de terminar el libro.
Mientras que el segundo que recomiendo es:
📖 “El río secreto“ por Kate Grenville.
Este libro revela las complejas capas que subyacen a la Sídney moderna: su pasado colonial, la lucha por la tierra y el patrimonio indígena, a menudo ignorado por los turistas. Leerlo transformará sus visitas turísticas: cada tramo de la costa, el parque y el suburbio puede resonar con historias de asentamiento, desplazamiento y reconciliación. Profundiza su experiencia, convirtiendo los monumentos de la ciudad en ventanas a la historia.
CONSEJO PROFESIONAL:Elegí el audiolibro ¡Para poder escucharlo mientras entrenaba!

Resumen:Ambientada a principios del siglo XIX, El río secreto Sigue a William Thornhill, un exdelincuente londinense enviado a una colonia penal australiana. En busca de redención, se establece junto a un río cerca de lo que se convertiría en Sídney. Mientras los descendientes de convictos y los indígenas se enfrentan por la tierra, el sueño de William de una vida próspera se ve envuelto en dilemas morales y el desplazamiento del pueblo dharug: una mirada conmovedora a la Australia colonial.

Para saber mas…
Películas ambientadas en Sídney
- Las aventuras de Priscilla, reina del desierto (1994) – Un deslumbrante y cómico viaje por carretera a través de Australia que comienza en Sídney y celebra la diversidad y la vibrante cultura LGBTQ+ de la ciudad.
- La boda de Muriel (1994) – Un drama cómico que captura la transición de la vida de un pueblo pequeño al ecléctico mundo suburbano de Sydney y su despertar cultural.
- Misión: Imposible 2 (2000) – Presenta a Tom Cruise escalando el Puente del Puerto de Sídney: una mirada llena de acción al icónico horizonte de la ciudad.
📚 Más libros sobre Sídney
- Grandes pequeñas mentiras por Liane Moriarty – Un drama playero ambientado en las playas del norte de Sídney, lleno de misterio, amistades y una pintoresca vida costera.
- El río secreto por Kate Grenville – Una novela histórica sobre los primeros tiempos de la era colonial en Sydney, que explora las relaciones indígenas y las tensiones de los asentamientos.
- Calle de las nubes por Tim Winton – Una saga familiar apasionante ambientada en parte en Perth, pero incluida por su profunda alma australiana.
- Desaparecido en Sydney – Un misterio/suspenso ambientado en el corazón de la Sydney moderna.