Lago Tisleifjorden, Noruega. Marzo de 2022.
Dos siglos después de que Samuel Taylor Coleridge escribiera “El hielo estaba aquí, el hielo estaba allí, el hielo estaba por todas partes; crujía y gruñía, rugía y aullaba, como ruidos en un desmayo.“, en Noruega reimaginan la experiencia de una manera mucho más festiva: corriendo por el lago helado de Tisleifjorden.
TLDR; “demasiado largo, no lo leí”
- ¡Solo quiero correr! Llévame a CARRERA.
- Tengo 1 minuto. Llévame a INFORMACIÓN ÚTIL.
- Correr es mi excusa para viajar. Llévame a VIAJE.
- Correr es mi excusa para comer. Llévame a CARBOLOADING.
- Quiero saber qué leer en el avión. Llévame a UN LIBRO.
🌍 El viaje 📷
Oslo
Después de haber comprado todo el equipo necesario para el Maratón del Círculo Polar, busqué otro desafío en climas fríos. ¡Y encontré el perfecto: un maratón sobre un lago helado en Noruega! En el sitio web de la organización, Vanilla Ice “Hielo, hielo, nena” Fue utilizado como truco publicitario, junto con un vídeo de pistas de hielo ranuradas que zigzagueaban sobre un lago cubierto de nieve... ¿cómo podría resistirme?
Alquilamos un coche en Oslo Para llegar a HemsedalA unos 200 kilómetros al norte, Oslo alberga la increíble Museo Edvard Munch, pero nuestro particular “grito” se articuló al pagar la cuenta de un supermercado donde nos abastecimos de algunas cosas que necesitábamos. Experimentamos en primera persona que el nivel de vida en Noruega es mucho más alto que el de España. ¡Gracias, fondo soberano noruego!
Viaje por carretera
Durante el trayecto empezamos a ver lagos con grandes placas de hielo, aunque no parecían lo suficientemente seguros como para organizar un maratón en su superficie… Un tanto angustiados por ello llegamos a Hemsedal, donde unos cuantos renos se cruzaron en nuestro camino; la escena parecía sacada de un folleto turístico.
Recuerdo el día en que explotó la cosa […] el sol primaveral afuera, el asfalto ya no nevaba, el hielo en el Laugen que no tardaría en romperse.
“Los dieciséis árboles del Somme” de Lars Mytting
Recogimos la bolsa del corredor en el Tabla de surf Golsfjellet, un hotel con un estilo muy de “resort de invierno”: sus paredes estaban decoradas con pieles de osos polares y había tallas de trolls en su bien abastecido bar de licores. Al ver sus maravillosas maderas, me vino a la mente el “bosque noruego” de la novela de Haruki Murakami. Como el escritor también es un conocido corredor de maratones, me lo imaginé corriendo sobre el lago helado… pero, alerta de spoiler: no estaba allí 🙂

No nos alojamos en el Golsfjellet Fjellstue, sino en el Eikre Fjellgård La casa de huéspedes, que resultó ser uno de los puntos fuertes del viaje, es una acogedora casa familiar en cuyos estrechos pasillos se encuentran fotografías en blanco y negro de tíos, primos y abuelos, un sillón de terciopelo descolorido o un sofá con una manta que parecía la de Roseane. Tuve la sensación de estar alojado en la granja de Hilsbijer de la novela “Los dieciséis árboles del Somme” de Lars Mytting, cuya reseña incluyo a continuación.
🍜Carboloading y recuperación con proteínas 🍝: Qué comer
La cocina noruega ofrece una variedad de platos ricos en carbohidratos para carga de carbohidratos, ya que los carbohidratos son muy importantes en climas más fríos para proporcionar energía. Existen muchas opciones… Papas 🥔!! Un plato clásico hecho a base de papas hervidas con mantequilla y leche es Estampado de pote, o puré de patatas. También hay un pan plano elaborado con patatas, harina y leche, y los populares dumplings, Raspeballer.
En promedio, una patata de tamaño mediano de unos 150 g contiene aproximadamente 30-35 gramos de carbohidratos: y como en Noruega no existe la tradición de freírlas al estilo “papas a la francesa”, los platos son mucho más saludables.
Para la recuperación, Noruega lo tiene cubierto con su variedad de peces: su Salmón, mundialmente conocido, como gravlaks (salmón curado) o al horno, pero también Bacalao, o arenque.
🏃♀️ La carrera 🏃♂️
Esperaba cielos nublados y paisajes grises, de esos que moldean las conocidas personalidades severas nórdicas, pero Tierra del interior y Viken Los condados se inundaron de luz y colores inesperados: los verdes y rojos de las puertas y ventanas de madera, y los vibrantes colores neón de las camisetas, mallas y gorras de los corredores.
Tuvimos suerte, porque el sol brilló durante nuestro viaje de 3 días, y el tiempo nos fue especialmente favorable el día de la carrera. ¡Incluso demasiado benigno!, porque con el sol la blancura del lago se hizo dañina y se hicieron necesarias las gafas de sol.

Antes del comienzo
A pesar de los paisajes helados, la Frozen Lake Marathon goza de un ambiente acogedor. Quizá porque se trata de una prueba limitada a 500 corredores, pero tuvimos la sensación de estar casi en familia. Todos sonreíamos, con las mejillas rojas por el aire helado, mientras nos calzábamos los crampones. Optamos por los sólidos crampones de 16 mm, en lugar de los mucho menos engorrosos de 2 pulgadas que usamos en Groenlandia. Y acertamos.
Al principio tomamos una fotografía de los 80 cm de hielo bajo nuestros pies, con las mágicas geometrías de color berilo que formaban sus capas:

A nuestro alrededor, los niños ondeaban banderas noruegas y un reno joven esperaba pacientemente cerca de la línea de salida. Murakami no estaba allí, pero sí un polaco que intentaba batir un récord Guinness. ¡El tipo subía y bajaba tirando de un coche!

La carrera
No es una carrera fácil, ya que correr sobre hielo es muy complicado, a pesar de que el recorrido es completamente llano. El trazado final del recorrido no se conoce de antemano, ya que depende del estado del hielo.
No hay aglomeraciones ni corredores con ganas de salir rápido. Salvo los más “profesionales”, el ritmo es lento: todo el mundo parece torpe, corre con cautela. La organización ya nos había avisado: aquí no se viene a batir récords personales.
Hay puestos de refrescos donde sirven agua y bebidas energéticas (tan frías como el clima) y ponen algunas canciones de heavy metal.
Aunque vimos a un hombre muy valiente corriendo con el torso desnudo y varios con mangas cortas, la mayoría de los corredores iban perfectamente equipados. Llevábamos el cuello y la cabeza debidamente protegidos, guantes, tres capas de ropa para la parte superior del cuerpo (incluida una capa exterior impermeable y cortavientos), pantalones y medias interiores.

Últimos kilómetros: ¡todo un reto!
La temperatura era de unos grados bajo cero y apenas había viento. El espectacular paisaje, rodeado de montañas nevadas, casi hacía olvidar la incomodidad de correr con crampones. Pero, por desgracia, varios tramos empezaban a deteriorarse a medida que avanzábamos: el hielo crujía y se derretía.
Así que, al menos para mí, los últimos 3 kilómetros fueron especialmente difíciles. Hundí media pierna en una zona de hielo derretido muy engañosa, tropecé y tuve que correr la última parte de la carrera con los zapatos y los calcetines mojados.
Fue incómodo, a pesar de llevar zapatillas de goretex.
La organización menciona en su página web que los tiempos en esta carrera suelen ser 20% más altos que tus tiempos habituales.
En nuestro caso, la predicción fue acertada. Y cuando llegamos a la meta, nos ofrecieron un plato de sopa caliente que pareció ser todo un éxito entre los corredores.
Despues de la carrera
Por la noche, después de la carrera, nuestro anfitrión en el Eikre Fjellgård nos invitó a comer algo en su comedor con los demás huéspedes. Degustamos platos típicos de la zona: comimos salmón noruego, queso brunost y mermelada de arándanos. Pensé en lo que Per Pettersen escribe en las primeras páginas de “Saliendo a robar caballos”:
…tal vez iré al lago a ver si el hielo aguanta…. y luego encenderé la estufa y me emborracharé como es debido, con una botella que guardo en el armario.
“Robando caballos”, Per Pettersen.
Sus palabras casi coincidieron con nuestra experiencia, no solo por la parte del lago y nuestras propias dudas sobre si el hielo aguantaría, sino por lo de beber alcohol al lado de una estufa para calentarnos 😋.
Terminamos nuestra aventura hablando de la carrera con una pareja de jovencitos que habían viajado desde Dinamarca, y mirando nuestra medalla que, naturalmente, estaba hecha de madera noruega.

Información útil
🏆 Maratón del lago helado (42K) / Medio maratón (21k). Primera edición: 2018. Número de corredores: 500.
⛰️ Dificultad Alta. El recorrido es totalmente llano, pero muy resbaladizo debido a la superficie congelada del lago, y el hielo ya se está derritiendo en algunos tramos.
🌐 Sitio web https://frozenlakemarathon.com/
🗓️ Finales de marzo en el lago Tisleifjorden, a una altitud de 819 metros, entre Gol y Hemsedal, en el sureste Noruega, Europa.
👟 Lleva zapatillas de trail Gore-Tex impermeables. Es necesario llevar clavos, y mejor los de 16 m. Lleva también gafas de sol por si hace sol.
🏅 En la bolsa del corredor encontramos una camiseta de algodón estilosa y muy cómoda, y, al llegar, además de una sopa casera cocinada al momento, nos regalaron una medalla noruega de madera muy chula.
💰 El precio del maratón en 2022/2023 fue de 1.500 NOK (129 EUR) y el precio medio es de 1.200 NOK (102 EUR).
El coste del viaje es elevado ya que Noruega es uno de los países más caros de Europa.
✅ Muy bien organizado con excelente merchandising, snacks post carrera y un ambiente agradable.
✅ Una carrera original con un entorno natural de excepcional belleza, en un país seguro y amigable.
❌ A la dificultad de correr sobre hielo se suman las zonas de deshielo. No vas a lograr un récord personal por muy plano que sea el recorrido.
❌ Correr con clavos no es una gran experiencia.

Mapa
El recorrido de la carrera varía de un año a otro, ya que depende del estado del hielo. Se trata de una vuelta de 21 km o de 2 vueltas en el caso del maratón.
En el sitio web hay un boceto del curso de 2019, que es bastante artístico pero no dice mucho.


Un libro
“Los dieciséis árboles del Somme”, de Lars Mytting.
Me fascinó su historia de descubrimientos íntimos que se entrelazan con los de la propia Noruega y que se articulan a través de la madera.
Hay anécdotas de grandes guerras y peleas familiares, hay tallas de abedules flameados y pueblos sombríos donde…
En la calle se encuentra lo mismo que en cualquier otro sitio: la Cooperativa de Abastecimiento, la mercería, el correo, el supermercado cooperativo, un camino que pasa por encima del pueblo donde se amontonan ambulancias y casas destartaladas habitadas por gente que se niega a pagar sus impuestos.
Muy similar a lo que vimos alrededor de Hemsedal.

Para saber mas…
📖 “Los dieciséis árboles del Somme”, por Lars Mytting 📖 “Saliendo a robar caballos”, Por Per Pettersen 📖 “Una casa de muñecas”, por Henrik Ibsen 🎬 Ragnarok, Serie de televisión, 2020. |
“Casa de muñecas”, de Henrik Ibsen
Una obra maestra por su sutileza. Cuando leí por primera vez “Casa de muñecas”, no pude entender las luchas de la protagonista, Nora. Recuerdo que yo, como una joven adulta criada en los años 80, grité “¡Por fin!” cuando Nora desafía a su marido y a la hipócrita sociedad noruega de la época.
Me llevó un tiempo comprender lo diferente que era la sociedad y lo valiente que es el personaje de Nora. Me encantó y me di cuenta de que se trataba de la misma sociedad limitada en la que Edvard Munch, uno de mis artistas favoritos, creó sus angustiantes cuadros.
⭐⭐⭐⭐