
La despedida perfecta del Pacífico: carrera en Koror, Palaos
En Palau pasamos corriendo junto a estudiantes amigables, perros y otros corredores en la ciudad de Koror, y cruzamos la Calzada de Didall, antes de rodear una pista de estadio de color azul brillante.

Corriendo en Guam: Fortines de la Segunda Guerra Mundial y vistas impresionantes del Pacífico
Corrimos por la bahía de Tumon y la playa de Ypao, pasando por suave arena blanca, verde vegetación marina, tranquilas aguas turquesas y un fortín japonés escondido. Las mañanas tempranas ofrecían playas tranquilas, vistas impresionantes y condiciones perfectas para correr con poca gente, lo que hizo de esta aventura en el Pacífico una experiencia fascinante tanto por sus paisajes como por su historia.

De las calzadas a las ruinas: carreras épicas en Pohnpei, Micronesia
Exploramos Pohnpei en dos recorridos, desde la pintoresca Calzada de Dekehik y las calles de Kolonia hasta las ruinas de Nan Madol, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El barro, los manglares, los naufragios y las antiguas paredes de basalto hicieron de correr una aventura.

Carrera de atletismo sobre el agua en las Islas Marshall
Correr en Majuro fue inolvidable. El estadio tenía vistas al Pacífico y el amanecer pintaba el cielo. Cada vuelta era una mezcla de esfuerzo y asombro, y descubrimos un nuevo ritmo en las Islas Marshall. 🌊

Corriendo entre reliquias de la Segunda Guerra Mundial y sobre el océano. ¡Solo en Kiribati!
Corrimos en un lugar donde se escondían armas y búnkeres japoneses de la Segunda Guerra Mundial entre los signos de una vida cotidiana muy caótica... e incluso tuvimos tiempo de correr en una autopista construida literalmente sobre el océano: una carretera con agua turquesa y naufragios a ambos lados.

Carreras de recuperación tras el Maratón de Sídney en la isla Sonaisali, Fiyi
Después del Maratón de Sídney, Fiyi fue la recompensa perfecta. Resorts de lujo, mariscos frescos, ambiente isleño y aventuras en el océano. Mi cuerpo se recuperó, mi mente se relajó y disfruté al máximo la experiencia de unas vacaciones paradisíacas.

Nadar con ballenas y correr con perros en Tonga
Nuestro recorrido por Tonga fue único. Pasamos por monumentos reales, los lugareños nos recibieron con cariño e incluso nos enfrentamos a jaurías de perros. Y los fuertes vientos nos recordaron los cantos de las ballenas del día anterior.

Corriendo en el país menos visitado del mundo, Tuvalu
Tuvalu es un paraíso escondido donde cada paso se siente como una aventura. Desde aeropuertos diminutos y lugareños curiosos hasta playas rocosas y aguas turquesas, incluso una simple carrera se vuelve inolvidable. Al pasar corriendo junto a niños, perros y la residencia del Primer Ministro, descubrí un mundo a la vez natural y mágico.

Corriendo a lo largo de la costa de Samoa, un paraíso tropical
Correr en Apia, Samoa, combinó ejercicio con cultura y belleza costera. Un circuito de 8 km a lo largo del malecón pasó por catedrales, tumbas y frondosos árboles de lluvia, animados por la presencia de lugareños y la brisa marina. Una ruta de 12 km hasta la playa de Vaiala reveló iglesias históricas, calles tranquilas y aguas turquesas, coronadas por un arcoíris después de la lluvia.

De los mercados a las playas: recorriendo el corazón de Honiara
Correr en Honiara revela tanto la vida urbana como la belleza costera. Un circuito corto pasaba por calles animadas, mercados y la Catedral de la Santa Cruz, mientras que una carrera más larga hacia el oeste llegaba a las tranquilas costas y los acogedores barrios de la playa de Vailala. Desde muelles bulliciosos hasta olas templadas, cada ruta ofrecía cultura, historia y el auténtico encanto isleño.