
Maratón en Tokio, “mi lugar favorito”, en una mañana soleada
Como presagio de la próxima primavera, Tokio dio la bienvenida a corredores de todo el mundo. El maratón más grande de Asia tuvo lugar en un espectacular día soleado con cerezos en flor. Corrimos por avenidas llenas de carteles publicitarios, templos sintoístas y torres de comunicación que son símbolos de progreso.

42k en "la ciudad de los vientos": el Maratón de Chicago
Cruzamos puentes ferroviarios históricos en el centro de Chicago y a lo largo del lago Michigan para el Maratón Mayor de Chicago en un día muy lluvioso, con miles de residentes enfrentando el mal tiempo para animar a los corredores de 40 km, mientras nubes pesadas abrazaban los rascacielos en lo alto.

New York, New York... Maratón de Nueva York
Correr el maratón de Nueva York era un sueño para mí desde que, siendo niña, veía por televisión cómo miles de corredores cruzaban el puente Verrazano. Y en 2017 por fin pude “correr los 5 distritos” y terminar el maratón más grande del mundo.

Iglesias, puentes y architectura soviética: la maratón de Sofia
Corrimos entre iglesias ortodoxas, catedrales católicas, mezquitas y sinagogas, así como puentes que fueron bombardeados durante la guerra.

Corriendo en el antiguo Dacia: Maratón de Chisinau en Moldavia
Corrimos el “Maratón de los Grandes Corazones de Chisnau” en la antigua Dacia, la actual Moldavia, en un día muy soleado, rodeados de iglesias ortodoxas, reliquias soviéticas, edificios neoclásicos y flores.

Correr en el reino de la arena y el petróleo: el primer maratón de Riad
Corrimos la primera edición del maratón de Riad, la capital de un país que vive entre la tradición más cerrada y el deseo de modernidad. Entre la pobreza y la más extravagante de las riquezas. Pasamos corriendo junto a mujeres sauditas con niqabs negros y zapatillas de deporte, el aire nublado después de una tormenta de arena, y regresamos a casa con más preguntas que certezas.

En el desierto de los nabateos: el maratón de Petra
Partiendo del Tesoro de Petra, nuestros pasos resonaron en gargantas que esconden civilizaciones perdidas. Escuchamos el “crujido penetrante de la arena” que fascinó a Lawrence de Arabia y nos pusimos a prueba escalando vertiginosas pendientes bajo un sol abrasador.

Corriendo en el fin del mundo: el Maratón de la Antártida
Superando las temibles corrientes del Pasaje de Drake y enfrentándote a fuertes ráfagas de viento, corres en el otro extremo del mundo, en una tierra de mágicos glaciares de berilo, mientras colonias de pingüinos saltan en aguas salpicadas de hielo.