
De los mercados a las playas: recorriendo el corazón de Honiara
Correr en Honiara revela tanto la vida urbana como la belleza costera. Un circuito corto pasaba por calles animadas, mercados y la Catedral de la Santa Cruz, mientras que una carrera más larga hacia el oeste llegaba a las tranquilas costas y los acogedores barrios de la playa de Vailala. Desde muelles bulliciosos hasta olas templadas, cada ruta ofrecía cultura, historia y el auténtico encanto isleño.

Pueblos de pescadores, iglesias coloniales y barcos en Santo Tomé
En Santo Tomé, una isla que parece un paraíso, nos despertamos con el sol para correr por la costa, pasando por pueblos de pescadores con su arquitectura colonial portuguesa mientras los barcos regresaban a la orilla.

Corriendo en “la Joya del Caribe”: Cartagena de Indias
Luchamos en el calor caribeño, pero fuimos recompensados al final, cuando pudimos correr sobre los muros de una antigua fortaleza colonial y llegamos al centro de "La Joya del Caribe": Cartagena de Indias.

Corriendo con los lugareños y subiendo 300 escalones en Dili, Timor Oriental
En el remoto y legendario país de Timor Leste, nos mezclamos con los corredores locales, que eran muchos y rápidos, desde el centro urbano a lo largo de playas de arena, para terminar subiendo 500 escalones hasta el pie de la estatua de Cristo Rei en Cap Fatucama.

Cuando eres parte del paraíso: correr en las playas de Koh Samui
Mientras corría por las playas de arena dorada de Koh Samui, las que inspiraron “The Beach”, recordé su famosa frase: “El paraíso es cómo te sientes por un momento de tu vida cuando eres parte de algo… y si encuentras ese momento… dura para siempre”.

Viendo focas en una costa rocosa: corriendo en Irlanda del Norte
Recorrer la Ruta Costera de Annalong permite observar la vida cotidiana de un pueblo norirlandés sin el filtro embellecedor de los enclaves turísticos. Aquí, en lugar de chiringuitos, tendrás ovejas pastando en el paseo marítimo, y en lugar de patines de agua, focas encima de las rocas.