17 de agosto, Monte Hagen. Papúa Nueva Guinea.
Cuando viajamos a Papúa Nueva Guinea para presenciar el legendario Festival del Monte Hagen 🌈, una explosión impresionante de colores, cultura y baile, ¡también nos atamos nuestras zapatillas para correr!
Vimos lo que se siente correr por las tierras altas a 1700 m de altitud. Entre los animadores locales (algunos todavía con la cara pintada del festival), los cerdos al borde de la carretera y los espectaculares relámpagos en el cielo, se convirtió en una carrera de 5 km inolvidable. 🏃!
And not happy with that, days later we run at even a higher altitude!
We ran 7k from the misty heights of Rondon Ridge down to the bustling Holy Trinity Teachers College in Mount Hagen.
Starting at 2,300 meters on cloud-forested Kum Mountain, we descended over 500 meters past rainforest trails, coffee gardens, metal bridges, and cheering locals, with panoramic views of Mount Giluwe and Mount Hagen Volcano unfolding along the way. A challenging downhill run, yes—but also a cultural journey stitched together step by step.
TLDR; “demasiado largo, no lo leí”
- I just want to run! Take me to our CORRER in Mount Hagen or our CORRER in the mountains.
- Tengo 1 minuto. Llévame a INFORMACIÓN ÚTIL.
- Correr es mi excusa para viajar. Llévame a VIAJE.
- Correr es mi excusa para comer. Llévame a CARBOLOADING.
- Quiero saber qué leer en el avión. Llévame a UN LIBRO.
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Por qué viajar a Papúa Nueva Guinea y al Monte Hagen en particular es una joya escondida para los corredores más aventureros 🏃♂️🌍
Si eres un viajero apasionado por salirse de los caminos trillados, literalmente, Papúa Nueva Guinea (PNG) debería estar en el tope de tu lista de deseos.

Estuvo en mi lista de deseos durante más de 30 años, desde que era niño y vi el pabellón del país en la Expo de Sevilla de 1992. ¿Puedes creerlo?
¡¡¡Un viaje que se ha estado preparando durante 33 años!!!
Este país salvaje e indómito del suroeste del Pacífico es único en la Tierra. No es fácil, no es particularmente seguro, pero al final, ¡es una aventura! Hogar de más de 800 idiomas, impresionantes tierras altas, antiguas culturas tribales y paisajes vírgenes, Papúa Nueva Guinea ofrece una experiencia de viaje verdaderamente auténtica y natural.

¿Y para los corredores? Es un paraíso lleno de adrenalina donde tus pies se topan con montañas, niebla... misterio... y algo de peligro.
🌍El viaje 📷
Logística: cómo llegar a Papúa Nueva Guinea
Para Papúa Nueva Guinea (¡usaré las iniciales como todos aquí!) necesitas una visa. Nosotros la conseguimos en línea 💻 con antelación y no tuvimos ningún problema.
Volamos con Air Niugini (hasta entonces no me había dado cuenta de que así suena "Nueva Guinea" en inglés, ¿verdad?), una de las dos principales aerolíneas de Papúa Nueva Guinea. La otra es PNGAir, con la que íbamos a volar a continuación.
Air Niugini nos hizo facturar nuestras maletas y luego montó un espectáculo redistribuyendo el peso de nuestro equipaje de mano para que cada uno pesara menos de 8 kilos. Pasamos los ordenadores del bolso de Roger al mío, pasamos la prueba y los volvimos a meter en el de Roger. ¡El personal de tierra filipino de Air Niugini fue extremadamente minucioso, debo decir!
Flying Air Niugini
El avión iba completamente lleno y el espacio entre asientos era tan pequeño que me dolían la espalda y las piernas 😣. No pude dormir nada. El vuelo duró 5 horas y 30 minutos, así que definitivamente no fue ideal. Pero, por suerte: ¡el muffin de chocolate y nueces 🧁 del menú estaba sorprendentemente bueno!
Desventaja: no hay entretenimiento a bordo 🎧.
Así que nos entretuvimos con sudokus, mi libro 📖 y la revista de la aerolínea. El libro, "No golpees los huesosFue cautivador. Algunos de los personajes "blancos" están muy bien descritos, y el autor profundiza en cómo los forasteros de la época colonial percibían las culturas "salvajes" de estas zonas "sin vigilancia". Justo después de la Segunda Guerra Mundial, gran parte de Papúa Nueva Guinea no solo estaba sin vigilancia, sino que era prácticamente desconocida. Y temida. Como suelen repetir los personajes: "Viven en la Edad de Piedra".

Cultura del running en Papúa Nueva Guinea: ¡sí, existe!
La revista del vuelo me enseñó mucho sobre la historia y la vida cotidiana de Papúa Nueva Guinea. Para mi sorpresa, descubrí que hay dos clubes de corredores en Puerto Moresby: los Harriers y los Road Runners. ¡Organizan carreras públicas todos los sábados 🗓️ en diferentes partes de la ciudad!
Fue un descubrimiento muy grato, ya que había estado buscando maratones y me di cuenta de que no hay ninguno oficial en Papúa Nueva Guinea ahora mismo (o quizás debería decir... ¿aún no? 😉). Así que pensé que correr no era lo más popular aquí. ¡Resultó que estaba equivocado!
Sin embargo, no vimos ni un solo corredor durante nuestra semana en el país….
Llegada, fauna local y amabilidad papú
En la aduana, un agente muy amable me preguntó si iba a Mount Hagen. Cuando dije que sí y mencioné el Festival de Mount Hagen 🎭, sonrió, me dijo que era "increíble" y me recordó que no olvidara mi cámara. ¡Expectativas: oficialmente altísimas!
También tuvimos que declarar la comida. Llevábamos cacahuetes fritos salados y "Huesitos" (barras de chocolate españolas), energía esencial para nuestras carreras. Por suerte, otro amable agente de aduanas nos dejó pasar sin problema. Estaba a punto de despedirme de mis "Huesitos" 👋🍫, ¡pero me alegraron el día! Es bueno ver el sentido común en acción.
Puerto Moresby
Llegamos a Puerto Moresby a las 5 de la mañana, puntualmente, y mi primer contacto con Papúa Nueva Guinea fue una cucaracha gigante en el baño del aeropuerto. Más tarde, en la ciudad, una araña se posó en mi mano. ¡Así que sí, la fauna local no pierde tiempo en hacerse notar! 🕷️
Había leído en foros de viajes que Port Moresby podía ser “peligroso”, así que le pedí a la agencia que nos ayudaba con el Festival de Mt. Hagen que nos recogiera y nos diera un rápido tour por la ciudad durante nuestra escala de 6 a 7 horas antes de nuestro vuelo de las 2 p.m. a Mount Hagen.

El guía llegó con más de una hora de retraso, pero, sinceramente, no fue para tanto. Fue nuestra primera experiencia con el estilo de vida papú: "fácil, fácil". Nuestro guía y alegre conductor, Elvis, nos explicó que, en comparación con Europa, la gente aquí es más relajada... y sí, a menudo llegan tarde...
Mientras esperábamos, cargamos nuestros teléfonos 🔌 y retiramos efectivo de un cajero automático.
Consejo rápido: Hay muchos cajeros automáticos en el aeropuerto y funcionan perfectamente.
Y entonces llegó el momento del torbellino…
Visita exprés a Puerto Moresby
Así que nos embarcamos en un tour relámpago de 6 horas 🚐. Los blogs de viajes suelen describir la ciudad como "poco interesante", pero no estoy de acuerdo: lo que vimos definitivamente valió la pena.
Mirador y casas sobre el agua 🌊
De camino al Cementerio de Guerra, paramos en un mirador con hermosas vistas de la ciudad. Allí vi por primera vez las casas construidas sobre el agua; más tarde, en el mercado de pescado, las veríamos mucho más de cerca. Puerto Moresby lucía elegante y tranquilo, con aguas turquesas brillando a sus pies. Tal como lo había imaginado: un puerto del lejano oriente, una verdadera puerta de entrada a regiones exóticas, antaño "desiertas".
Playa de Port Moresby y la APEC Haus 🏖️
Después, visitamos la playa y la Casa APEC, construida para la conferencia internacional de la APEC en 2019. Nos tomamos fotos 📷 frente al enorme letrero de "Amazing Port Moresby". Irónicamente, ¡el letrero es más grande que la ciudad en sí! 😂

Unos vecinos estaban jugando al fútbol ⚽, y le dije a Roger que sería un lugar perfecto para correr. La zona en sí parecía bastante agradable y empezaba a llenarse de elegantes edificios de apartamentos. Ojalá no se convierta en un "Benidorm papú".
Mercado mayorista y masticación de nuez de betel 🍃
Una de las primeras cosas que notamos de nuestro guía y conductor fueron sus dientes rojos. Nos explicaron que era por masticar nuez de betel (un estimulante local). En el mercado mayorista, donde los comerciantes de la ciudad se abastecen, la vimos por todas partes. Nos ofrecieron probarla, pero la rechazamos cortésmente. ¡Nada de sonrisas de vampiro para mí! 🧛

El mercado mayorista en sí estaba repleto de vida. 💥 Me recordó a los mercados africanos: coloridos, caóticos, llenos de regateos y risas.
Mercado de pescado Koki 🐟
Lo más destacado de nuestro tour fue el Mercado de Pescado de Koki. Llegamos sobre las 8 de la mañana y no había turistas, solo gente local. Elvis, nuestro conductor, nos compró una brocheta de calamares fritos con especias: ¡delicioso! 😋

La escena era inolvidable: casas flotantes de un lado, pescadores llegando en canoas del otro 🚣, niños animando, abuelas vendiendo maní, perros holgazaneando 🐕, mujeres gritando para vender pescado y nosotros tratando con cuidado de no resbalar en el suelo mojado.

El pescado en sí era impresionante: peces loro de colores brillantes, atunes enormes, incluso cangrejos vivos. Todos los sentidos estaban activados: los olores, los sonidos, las vistas.

Cementerio de Guerra 🌺
Del animado mercado, nos trasladamos al solemne Cementerio de Guerra. Perfectamente conservado, con hileras de piedras blancas (muchas sin marcar, solo "un soldado"), fue profundamente conmovedor.

Caminando bajo el sol abrasador ☀️ entre árboles centenarios, reflexionamos sobre las jóvenes vidas perdidas aquí entre 1942 y 1945. Tumbas de niños de tan solo 14 años... fue un recordatorio aleccionador de la historia. Australianos y neozelandeses lo visitan con frecuencia, y el libro de registro lo confirma.
Monte Hagen 🏔️: Cultura en las Tierras Altas
Si planifica bien su visita, podrá experimentar uno de los eventos más espectaculares del Pacífico: el Espectáculo cultural de Mount Hagen, que se celebra cada agosto.
💡🏃♂️ CONSEJO PROFESIONAL: ¡Programamos nuestro viaje para asistir al festival y así poder correr más tarde el maratón de Sydney!
Este festival tribal mundialmente famoso reúne a más de 100 tribus locales de todo Papúa Nueva Guinea en una explosión alucinante de color, música y tradición. 🎭💃

Bailarines adornados con elaborada pintura facial, plumas y arte corporal, conocidos como “canta-canta”Realizan rituales ancestrales y exhiben su singular patrimonio cultural. No es solo un festival; es una experiencia única en la vida: una mirada al alma de Papúa Nueva Guinea. Muchos viajeros planifican su viaje en torno a este evento, que combina a la perfección con una aventura de running en las montañas. Imagina empezar el día con una emocionante carrera en la montaña y luego presenciar una de las manifestaciones culturales más vibrantes del planeta. 🤯🏃♂️🔥
Llegando al Monte Hagen 🏔️
Nuestro vuelo de Air Papúa Nueva Guinea a Mount Hagen transcurrió sin contratiempos. En poco más de una hora, sobrevolábamos escarpadas montañas, ríos serpenteantes y una vegetación inagotable 🌿 antes de aterrizar en el pequeño aeropuerto, orgullosamente decorado con banderas de Papúa 🇵🇬.

Éramos los únicos no locales a bordo, y creo que todos tenían curiosidad por nosotros; ¡probablemente asumieron que habíamos llegado tarde al festival!
Nuestro guía local, "Junior", nos recibió en el aeropuerto con una colorida camisa floreada 🌺, un estilo que sin duda encanta en Papúa Nueva Guinea. Desde allí, nos dirigimos rápidamente a nuestro hotel: el Highlander, el más antiguo (y elegante) de la ciudad.
El Hotel Highlander 🏨
El lugar estaba lleno para el festival y rebosaba de actividad: bailes, canto, karaoke, ¡incluso un bufé que estábamos deseando probar! Después de un viaje tan largo, tenía muchísima hambre y ganas de probar la comida local 🍲.
Calles de Mount Hagen
Y entonces llegó la verdadera magia. El Monte Hagen estaba lleno de vida. Las calles estaban abarrotadas: cientos de personas por todas partes, muchas con la cara pintada 🎨. El ambiente era vibrante, colorido y electrizante.
Los mercados y las calles me recordaron una mezcla entre Asia y África, con puestos improvisados bajo sombrillas de colores, gente local descansando a la sombra, tiendas de neumáticos en cada esquina y vida derramándose en las carreteras.
¿Uno de mis momentos favoritos? ¡Ver a un hombre con el pelo recogido en un moño decorado con dos banderas de Papúa!
La energía del festival ya estaba en el aire y no podía esperar a experimentarla plenamente al día siguiente.
Festival de Mount Hagen 🎉: Un espectáculo cultural sin igual
La razón por la que viajamos a Mount Hagen fue para asistir a su famoso Festival.

Había leído sobre ello en Internet, había visto innumerables fotografías y estaba completamente cautivado por lo que parecía una de las experiencias culturales más coloridas del mundo.
El Festival del Monte Hagen, que se celebra cada año en las Tierras Altas Occidentales de Papúa Nueva Guinea 🌄, es uno de los eventos culturales más vibrantes e icónicos del país. Organizado por primera vez en 1961 durante el período colonial para reducir los conflictos tribales reuniendo a grupos rivales en una celebración ✌️, se ha convertido en una muestra espectacular de la increíble diversidad cultural de Papúa Nueva Guinea 🌎.

El festival reúne a cientos de tribus de todo el país, cada una interpretando sus "sing-sings", danzas tradicionales 💃 y canciones, en una asombrosa exhibición de identidad y patrimonio. Los trajes son simplemente increíbles: plumas 🪶, pintura corporal, conchas, pieles de animales… los artistas se convierten en obras de arte vivientes que reflejan tradiciones centenarias y un profundo orgullo tribal 💖.
Para mí, el festival fue una experiencia inolvidable. Me brindó la rara oportunidad de presenciar la inmensa variedad cultural de Papúa Nueva Guinea en un solo lugar.

Aunque cada tribu tiene su propia lengua, costumbres y rituales, el festival demostró cómo la música, la danza y la vestimenta ceremonial unen a todos. Con más de 800 idiomas hablados en Papúa Nueva Guinea, ¡esta unidad es extraordinaria!
¡Mirándolos prepararse!
Llegamos temprano al recinto del festival, a las 8 de la mañana ⏰, pero aún no había nadie. Así que dimos una vuelta rápida por Mount Hagen 🚗.
La ciudad en sí se veía bastante pobre y un poco sucia, con muchos lugareños caminando o en cuclillas por las calles. Como era domingo, quizás eso explicaba por qué se sentía tan tranquilo 🤫. Encontramos un supermercado abierto, donde compramos agua e incluso recuerdos. Uno de mis favoritos fue una bandera de Papúa Nueva Guinea 🇵🇬 con "1975–2025", que conmemoraba los 50 años de independencia.

A las 8:30 regresamos al recinto del festival, pero seguíamos sin encontrar tribus. Nuestro guía nos llevó a la explanada junto al arroyo, donde cientos de artistas se preparaban. Desde el principio, me impresionaron los colores 🌈 y la creatividad. Ver los preparativos fue toda una experiencia: mujeres pintándose las caras, colocando cuidadosamente las plumas una a una en las diademas 🪶, ¡incluso una tribu pintada completamente de blanco con dos cerdos 🐖, también pintados de blanco!

En un momento dado, dos mujeres mayores, con cigarrillos en mano, posaron para nosotros con una gran sonrisa 😄. Muchos lugareños fumaban, y luego vimos a artistas bailando con la cara pintada... ¡y fumando a la vez!
🌎 El ambiente internacional
Había muchos turistas, pero no tantos como para que pareciera que estaba abarrotado. Esto no era Florencia en agosto 🙂. Podíamos movernos libremente, tomando fotos 📸 sin estar apretados por la multitud.

El ponente entrevistó a los visitantes, como un viajero californiano y una pareja de Polonia 🇵🇱, todos entusiasmados con lo increíble que fue el festival. ¡Y no exageraban!

Nunca olvidaré caminar entre las tribus: los gritos, los tambores, la energía ⚡. Incluso me uní a un baile rápido, saltando, en menos de un minuto ya estaba cansada 😅. ¡Buen cardio!
Toda la comunidad participó, y también se podían comprar artesanías. Compré unos pendientes de kina (sí, el mismo nombre que la moneda de Papúa Nueva Guinea). Los lugareños me felicitaron, aunque tenían los dientes rojos de tanto masticar nuez de betel 🍃, una tradición muy común en Papúa Nueva Guinea, aunque prohibida en nuestro hotel.

🍃 Masticar nuez de betel
Conocida localmente como "buai" en Tok Pisin (la lengua franca del país), la nuez de betel proviene de la palma areca 🌴 y suele masticarse con una barra de mostaza mojada en polvo de lima, hecho de coral o conchas quemadas. La mezcla crea un jugo rojo brillante que tiñe los labios y los dientes ❤️. Su efecto es ligeramente estimulante ☕, como el del café o el tabaco. Más allá del subidón, el buai está profundamente arraigado en la cultura y la vida social de Papúa Nueva Guinea.
🎭 Conociendo a las tribus

También compramos una pequeña cabeza de Asaro Mudmen 👹, ¡una de mis tribus favoritas!
Lo que hizo que este festival fuera único en comparación con otros del mundo 🌍 fue que la gente posaba para fotos sin pedir dinero. Se paraban con orgullo con sus atuendos tradicionales, bailaban, sonreían y compartían su herencia con dignidad.

Los hombres de barro de Asaro
Los Hombres de Barro de Asaro eran inolvidables. Cubiertos de barro gris y con enormes máscaras de arcilla de rasgos exagerados 😱, se movían lenta y amenazantemente, como espíritus 👻.
Había visto muchas fotos de ellos en el pasado y había investigado muchos blogs de viajes que hablaban de ellos, así que estaba particularmente feliz de tenerlos en el festival 😍.

Forman parte de la tribu Holosa, que reside en las Tierras Altas Orientales, cerca de Goroka 🏞️. Su singular tradición consiste en cubrirse el cuerpo y el rostro con barro y diseños intrincados, creando una apariencia inquietante y espiritual. Esta práctica se remonta a un evento histórico en el que usaron barro y máscaras para intimidar a tribus rivales y lograron recuperar sus tierras.
Según la leyenda, usaron esta apariencia por primera vez para aterrorizar a los enemigos después de una batalla 🪖, convirtiendo el barro y las máscaras en una poderosa arma de guerra psicológica. Hoy, cautivan al público con movimientos espeluznantes que resultan a la vez teatrales y evocadores.
Los hombres de la peluca Huli
Los Huli Wigmen, de las Tierras Altas del Sur, eran igualmente impresionantes. Con rostros pintados de rojo, amarillo y blanco brillantes, y pelucas hechas con su propio cabello, bailaban con energía ⚡ y orgullo 💖.

Las pelucas son quizás el aspecto más famoso de la cultura Huli. Los jóvenes viven en campamentos especiales para solteros llamados "escuelas de pelucas", donde se dejan crecer el cabello bajo estrictas normas de dieta, disciplina y pureza ritual. Una vez que el cabello alcanza la longitud suficiente, se corta cuidadosamente y se confecciona una peluca, a menudo decorada con plumas de ave del paraíso, flores y otros adornos.
Decorados con plumas de ave del paraíso 🦜, sus trajes se encuentran entre las imágenes más icónicas 📸 de Papúa Nueva Guinea 🇵🇬.
🌄 Observación de aves en Rondon Ridge Lodge, Mt. Hagen
A la mañana siguiente de nuestra llegada, partimos para disfrutar de una intensa observación de aves en el legendario Rondon Ridge Lodge 🦜. Ubicado a 2300 metros de altura en el monte Kum, este lodge ofrece impresionantes vistas del valle de Wahgi y la imponente cordillera del Monte Hagen 🏔️.
Teníamos que salir muy temprano, ¡a las 6 en punto! Como lo expresó nuestro guía Junior: “Más tarde, los pájaros se esconden”. Y tenía toda la razón. Las montañas estaban envueltas en un suave velo de niebla, casi como un lago etéreo flotante, y no pude evitar sentirme increíblemente agradecida de presenciarlo 💙.

A pesar del frío intenso de las tierras altas 🥶, nuestra paciencia rindió frutos: ¡vimos aves del paraíso azules, macho y hembra! Un avistamiento único en la vida. Por el camino, también vimos otras especies exóticas (este lugar es, literalmente, un paraíso para los observadores de aves).
En el albergue, conocimos a un observador de aves estadounidense que estaba usando la aplicación Merlin para marcar especies de una lista de verificación proporcionada por el complejo, lo que me dio una idea total. Vibraciones de Cordelia Cupp de La Residencia 😂.
¿Sabías que...? 🤯 Se han registrado más de 180 especies de aves aquí, y se pueden encontrar la impresionante cifra de 10 especies diferentes de aves del paraíso en la zona. Entre ellas se incluyen la astrapia azul, la soberbia, la astrapia de la princesa Estefanía, la paradigalla de cola corta, la sagitaria parda y la parotia de Lawes, ¡algunas incluso en los terrenos del albergue!

Y si las aves no son suficientes, también puedes hacer trekking por senderos llenos de orquídeas 🌸, explorar cascadas y disfrutar del aire fresco de la montaña.
Un subidón físico y cultural 🌄❤️
Papúa Nueva Guinea no es un destino típico para correr, pero eso es precisamente lo que lo hace inolvidable. Ya sea que estés haciendo senderismo a aldeas remotas, entrenando en altura o simplemente trotando por colinas brumosas rodeado de cantos de aves y cultura ancestral, corriendo en Papúa Nueva Guinea Es tan real y gratificante como puede serlo.
El Monte Hagen es más que un punto en el mapa: es una puerta de entrada a senderos de las tierras altas, cultura indígena y viajes transformadores. Para quienes buscan "Corriendo en Papúa Nueva Guinea," "Dónde correr en Mount Hagen”, o un completo Guía para correr en Papúa Nueva Guinea”, aquí es donde comienzan tus kilómetros más salvajes.
🏃♀️ First Run 🏃♂️
🏃Correr en Mount Hagen: ¡La seguridad es lo primero!
Como corredor, no podía dejar pasar la oportunidad de salir a correr en un lugar tan único. Pero primero, la investigación fue clara: correr en Mount Hagen requiere precaución.
⚠️ Preocupaciones de seguridad:
- En Mount Hagen la delincuencia es común y se denuncian robos y asaltos.
- Los conflictos tribales a veces estallan sin previo aviso.
- La presencia policial es limitada.
Consejos para carreras más seguras:
- Correr sólo durante el día.
- Manténgase actualizado con las noticias locales y los consejos de su hotel.
- Evite mostrar objetos de valor.
- Considere siempre correr con un guía.
Nuestro guía, Junior, insistió en acompañarnos. Nos advirtió que el alcohol suele fomentar la agresividad en Papúa Nueva Guinea. Nos desaconsejó correr en zonas rurales, así que seguimos su consejo: la seguridad es lo primero.
5K en las afueras del monte Hagen
Partimos a las 16h por una carretera que conduce al monte Hagen.
El terreno no era difícil y no había cuestas, pero no fue fácil. Había mucho tráfico y algunos conductores nos adelantaron demasiado rápido. ¡Y algunos... estaban bebiendo!

Y recordé cómo Junior había estado hablando de los problemas con sus compatriotas papúes cuando beben (dijo que a los borrachos les gusta amenazar a los turistas). Lamentablemente, este país parece tener un gran problema con el alcohol.

A casi 1.700 metros de altitud, me quedé sin aliento después del primer kilómetro, pero reducir el ritmo me ayudó.

Junior, aunque fumaba y no era corredor, se unió a nosotros durante casi 2 km. Luego se retiró discretamente para que lo recogiera nuestra camioneta y se unió a nosotros en los últimos 500 m. Me recordó a aquellos... corredores que hacen trampa en el Maratón de Nueva York 😂

La gente nos animaba por el camino, gritando "¡Corran, corran!". Algunos aún llevaban la cara pintada del festival.
Pasamos por puestos, cerdos (Roger estaba fascinado por su tamaño 🐖),

¡Y hasta conductores bebiendo cerveza y mostrándonosla!

En el kilómetro 4, un relámpago cruzó el cielo de forma espectacular. Sin embargo, cuando empezó a llover con fuerza, ya estábamos sanos y salvos de vuelta en el hotel.
Junior se bajó de la camioneta y empezó a correr con nosotros diciendo “ya tenemos que parar”, por la lluvia o porque se ponía nervioso conforme nos acercábamos al casco urbano.

Pero sólo nos quedaban 300 metros para completar nuestros 5k, así que continuamos, justo a tiempo para ver un estadio de rugby donde se estaba disputando un partido…

Así que entramos al recinto y terminamos nuestra carrera de 5 km allí. Los lugareños se rieron de nosotros, pensando que estábamos locos, pero con humor.
Más tarde, sin embargo, oímos gritos y peleas fuera de nuestro hotel, y la policía disparó para disolver una pelea. Un duro recordatorio de que Papúa Nueva Guinea no siempre es un lugar seguro, y que hemos tenido suerte.
Aún así, correr por el Monte Hagen con los lugareños animándonos, justo después de presenciar el extraordinario festival, es una experiencia que nunca olvidaré. 🌈🏃
🏃♀️ 7K Run Down Mount Hagen – Another Highlands Adventure! 🏃♂️
We kicked off this unforgettable run from a spot just above Rondon Ridge, perched on Kum Mountain—part of the outer fringes of the Kubor Range in Papua New Guinea’s Western Highlands Province. Starting at about 2,300 meters above sea level, the trail immediately welcomed us with the magic of the highlands: cloud-forested slopes, orchids, rainforest alive with birds (including the famous Birds of Paradise 🕊️)), and well-kept lodge grounds.

The mist still hung on the peaks, drifting slowly toward us, but the conditions were perfect: cool air, no glaring sun, and that exhilarating freshness that makes you want to run.
500 meters of descend
At first, we had to be cautious not to let gravity pull us too fast downhill, especially on the steeper trail. Soon, the dirt gave way to a paved road, and the landscape opened up into something spectacular. From our vantage point, we could see some of the giants of PNG’s Highlands:

- Mount Giluwe – the second-highest mountain in Papua New Guinea, and the highest volcano on the Australian continent.
- Mount Hagen Volcano / Hagen Range – an extinct stratovolcano towering at 3,796 meters, just across the valley 🏔️.
The contrast from the day before was striking: at 6 a.m. the valley had been entirely blanketed in mist, like a rolling ocean of clouds. But today, starting at 11 a.m., the views were crystal-clear, stretching endlessly over the Wahgi Valley.
We were fast… very fast!

Along the way, we passed locals walking the road or manning small shops. One shop had a clear sign out front: “No Credit!” The people were warm and cheerful, calling out “hello” and “good morning” as we passed. Even a road crew stopped their work to wave us on 👋. The energy was infectious.
At one point, I checked Strava later and saw it had marked my “second fastest 5k in your lifetime”—proof of just how much downhill momentum we carried!
Junior deserted us

Our guide Junior had promised he’d join us for the run, but in the end he stayed in the van as our “supporting staff.” Having a van rolling alongside us felt surreal—almost like we were elite athletes with a crew 🚐. Around kilometer 4.5, the sun broke through and we got thirsty. The van pulled up, guides jumped out, and handed us water bottles. For a moment, we felt like pros.
The terrain shifted as we went: we left dense montane forest behind and entered the fertile Wahgi Valley, with its patchwork of coffee gardens and village farmland.

Two metal bridges carried us across creeks we’d seen the day before—so we knew only one remained. Sure enough, after crossing the third bridge, the road kicked back steeply uphill. The climb was brutal in the midday sun 🌞, but we pushed through, quads burning, until we reached the outskirts of Mount Hagen.
Providing entertainment to the locals
We had chosen a special destination for our finish: the Holy Trinity Teachers College. The decision proved spot-on—it turned into a total show! Children crowded around, some inside the school compound, others outside at stalls. They laughed, shouted greetings, and a few cheekily asked for money, though more in play than in seriousness 😄.

One teacher stopped me with a puzzled look:
“Why are you running?”
All I could blurt out was:
“To do some exercise.”
Not the most brilliant answer! I only hoped she wasn’t the PE teacher. Roger, running right behind me, overheard and confirmed it with a grin.

The college itself is a large, fenced compound, though the entrances (and much of Mount Hagen) are cluttered with rubbish and plastic waste. The road turned muddy, with puddles of dirty water. As I dodged them, a Toyota truck with three guys sitting casually in the back—very typical of the region—cut across in front of me, forcing me to stop for a moment 🚙.

Finally, we reached the Holy Trinity Teachers College sign, where we were greeted by our guides stepping out of the van, locals, and a small crowd of kids. We capped the run with a celebratory group picture 📸!
Reflections
This 7k descent dropped us more than 500 meters in elevation—and trust me, downhill running is no easy feat. The constant eccentric pounding hammered our quads, stressed our joints, and demanded sharp focus to avoid slipping. Add in the altitude, a few sneaky uphill stretches under the sun, and you’ve got a workout that tested us in every way.

But the reward? Breathtaking views, the thrill of highland running, and unforgettable encounters with the people of Mount Hagen. It was more than a run—it was a travel experience stitched together step by step.
And yes, Roger even picked up a random ace card from the roadside ♠️, now our official souvenir of this Highlands adventure.
🍜 Qué comer en Papúa Nueva Guinea si eres corredor 🍽️🏃♂️
Correr en Mount Hagen significa cargar las pilas, ¡porque esos senderos de montaña no se corren solos! Aquí tienes una guía rápida de restaurantes locales que te mantendrán en movimiento y te alegrarán el estómago, dividida en dos platos esenciales: Carga de carbohidratos antes de correr y recuperación de proteínas después¡Carguemos combustible como un verdadero corredor de Papúa Nueva Guinea, con un toque de sabor y diversión! 😄
Antes de correr: Carga de carbohidratos 🚀🍚
- Pudín de sagú Esta tradicional delicia almidonada es como la versión de Papúa Nueva Guinea del combustible de combustión rápida. Piensa en ella como la fuente de energía alta en carbohidratos que te mantendrá con energía constante mientras conquistas esas colinas. Además: es como comer una deliciosa gelatina ligeramente pegajosa. ¡Raro, pero funciona!
- Batatas (Kumara) — Un clásico de las Tierras Altas, estas delicias de naranja están repletas de carbohidratos complejos y saben mucho mejor que un refrigerio típico antes de correr. Además, te darán esa energía natural de liberación lenta que necesitas sin el bajón de azúcar.
- Plátanos — No son muy locales, pero bueno, aquí crecen silvestres y son el refrigerio perfecto para corredores. Son fáciles de llevar, sabrosas y ricas en potasio. ¡Cómprate una antes de salir!
Después de la carrera: Recuperación de proteínas 🍖💪
- Brochetas de pollo o cerdo (estilo Mumu) Asadas a las brasas en un horno tradicional subterráneo, estas carnes tiernas y ahumadas son perfectas para la recuperación muscular. Además, ¡nada dice "me lo he ganado" como comer algo cocinado en un horno de leña!
- Peces de los ríos cercanos Fresco, magro y local: perfecto para ayudar a reconstruir los músculos cansados sin agobiarte. ¡Solo cuidado con los huesecillos!
- Verduras de hoja verde y tubérculos — A menudo se sirven con carne, y estas guarniciones nutritivas ayudan a reponer vitaminas y minerales. Además, son deliciosas y te darán fuerzas para volver a correr al día siguiente.
Correr en Mount Hagen no se trata solo de kilómetros, sino de sumergirse en la cultura, el paisaje y, sí, la comida que alimenta tu aventura. Así que come bien, corre con energía y quizás deja espacio para un poco de humor. Kaukau ¡o dos! 😉
Y si no te sientes aventurero… en Papúa Nueva Guinea también puedes encontrar opciones internacionales.
Nos cargamos de carbohidratos con pasta italiana…

Y, después de nuestra carrera, disfrutamos de una “barbacoa dominical” que fue la definición misma de “recuperación de proteínas”.


Información útil
🏃Corriendo en Papúa Nueva Guinea.
🗓️ Cuándo: ¡Agosto si quieres ver el maravilloso festival del Monte Hagen! Agosto también es temporada seca, lo cual es una gran ventaja. ¡En Papúa Nueva Guinea, las lluvias pueden ser muy fuertes!
👟 ¡Es mejor llevar zapatos para senderos, ya que incluso correr en carreteras es una experiencia bastante embarrada!
✅ ¡La posibilidad de correr en un lugar realmente fuera de lo común, tan fascinante como único!
⚠️ Las preocupaciones de seguridad mencionadas anteriormente. Puede ser complicado, así que siempre corra durante el día y en lugares autorizados por expertos o guías locales.

Mapa



Un libro
Te ofrezco dos libros, ya que los vuelos a Papúa Nueva Guinea suelen ser largos 😝.
Son muy diferentes, ¡así que puedes elegir tu veneno!
El primero es “Mister Pip” de Lloyd Jones.
“Mister Pip” ofrece una visión conmovedora de las complejidades de la vida en Papúa Nueva Guinea durante un período de conflicto.
Leer esta novela ofrece a los viajeros una comprensión más profunda de la historia del país, el impacto del colonialismo y el poder perdurable de la narración. Sirve como recordatorio de la importancia de la sensibilidad cultural y el valor de las conexiones personales al explorar nuevas regiones.

TramaCon el trasfondo de los disturbios civiles en Bougainville, Papúa Nueva Guinea, "Mister Pip" narra la historia de Matilda, una joven cuya vida se transforma gracias a las enseñanzas del Sr. Watts, el último hombre blanco de la aldea. A través de sus lecturas de "Grandes esperanzas" de Charles Dickens, Matilda y sus compañeros de clase emprenden un viaje de imaginación y resiliencia, encontrando consuelo y fuerza en medio de la agitación que los rodea.
El segundo es ““No golpees los huesos” de Charlotte Jay.
Leer Beat Not the Bones antes de viajar a Papúa Nueva Guinea es como adentrarse en el calor tropical y el misterio incluso antes de subir al avión 🌴📖.
El thriller atmosférico de Charlotte Jay captura la tensión, la belleza y la complejidad de la vida en un remoto asentamiento colonial, permitiéndote experimentar los contrastes de la tierra: desde exuberantes selvas hasta tensas oficinas burocráticas. Puede profundizar tu sentido de pertenencia al estar allí, haciendo que los sonidos, los aromas y las vistas se sientan entrelazados con historias ocultas 🌺🔍.
La mezcla de suspenso y observación cultural del libro ofrece una lente más rica y reflexiva a través de la cual ver su destino.

TramaLa historia sigue a Stella Warwick, una joven viuda que llega a Papúa para descubrir la verdad tras la misteriosa muerte de su esposo. 🕵️♀️. Oficialmente declarado suicidio, su fallecimiento plantea muchas preguntas, llevando a Stella a un mundo sombrío de secretos, corrupción y política colonial.
A medida que supera las respuestas evasivas y se encuentra con un elenco de personajes vívidos, a veces inquietantes, la tensión aumenta hacia revelaciones que desafían su comprensión tanto de su esposo como del lugar que él llamaba hogar.