Tuvalu, 2 de septiembre de 2025.
Correr por Tuvalu es como trotar en el fin del mundo 🌊🏃♂️.
Esta pequeña nación insular, con solo 26 kilómetros cuadrados de atolones de coral dispersos en el Pacífico, es un lugar remoto. Ese aislamiento la convierte en un imán para corredores aventureros que buscan belleza virgen y cero multitudes. Aparece por primera vez en la lista de...países menos visitados" en el mundo!

Nunca imaginé que un viaje a uno de los países menos visitados del mundo se convertiría en una aventura tan grande. Desde vuelos retrasados y aeropuertos diminutos hasta encuentros inesperados con lugareños, cada momento era impredecible y emocionante. Tuvalu no es solo un lugar remoto; se siente virgen, virgen y lleno de vida. Las aguas turquesas, los estrechos atolones y las islas dispersas hacen que cada paso al salir se sienta como entrar en un paraíso escondido.

Correr aquí fue una experiencia única. Las carreteras están llenas de niños juguetones, perros curiosos y lugares sorprendentes como tumbas y la residencia del Primer Ministro. Corrimos a toda velocidad por costas rocosas, por senderos improvisados e incluso por la pista de aterrizaje de la isla, momentos después de que aterrizara un jet privado. Cada kilómetro era una mezcla de emoción, risas y asombro. Los paisajes y la cultura de Tuvalu convirtieron una simple carrera en un viaje de descubrimiento.
🌴 Por qué Tuvalu debería estar en la lista de deseos de todo corredor
Si buscas una aventura de carrera única, la combinación única de aislamiento y cultura de Tuvalu es insuperable.
Kilómetro tras kilómetro, compites con la naturaleza... y con los perros. Pero no contra miles de turistas.

Encontrarás pueblos donde los lugareños te saludan mientras corres, compartiendo historias o incluso acompañándote a estirar. Combina eso con atardeceres que tiñen el cielo de colores surrealistas y la posibilidad de correr descalzo sobre arena suave.
TLDR; “demasiado largo, no lo leí”
- ¡Solo quiero correr! Llévame a CORRER.
- Tengo 1 minuto. Llévame a INFORMACIÓN ÚTIL.
- Correr es mi excusa para viajar. Llévame a VIAJE.
- Correr es mi excusa para comer. Llévame a CARBOLOADING.
- Quiero saber qué leer en el avión. Llévame a UN LIBRO.
- ¡Es un vuelo de larga distancia! Llévame a PARA SABER MAS.
🌍El viaje 📷:Qué ver antes o después de correr en Tuvalu
Desde la perspectiva de un turista, Tuvalu ofrece una experiencia poco común: vida isleña auténtica, gente cálida y estancias sencillas.
Los corredores pueden trazar circuitos a lo largo de los estrechos anillos de tierra, entrelazando el folclore y los susurros de la naturaleza con cada zancada. Después de correr, las tranquilas lagunas también sirven como piscinas de recuperación de aguas cristalinas. ¡No se necesita entrada! 🥥🔥

Una breve historia de Tuvalu
Tuvalu, anteriormente Islas Ellice, obtuvo su independencia del Reino Unido en 1978. Con menos de 12.000 residentes, es una de las naciones menos pobladas del mundo.
Su historia es rica en tradición: antiguas leyendas de navegación, gobernanza comunitaria y activismo climático.
Dato curioso: Tuvalu ostenta el récord mundial Guinness como "el país más cerca de desaparecer", elevándose apenas más de dos metros sobre el nivel del mar. Es una lección viviente de resiliencia y de por qué cada visita importa, no solo por la carrera, sino por la memoria y el significado.
Fiyi – Nadi y Suva
Nuestro avión se retrasó una hora y media. Cundió el pánico por la conexión a Suva 😅. Muchos en el vuelo estaban en la misma situación. Ojalá el avión esperara.

A bordo, Fiji Airways sirvió un "Signature Mocktail". Sonaba sofisticado, pero sabía a refresco. Sonaba música de ascensor a todo volumen, con temática de Fiji. "¡Ay, Fiji, qué azul es tu cielo!" 🎵
Al aterrizar en Nadi, preguntamos a casi todos los uniformados sobre nuestros próximos pasos. Resultó que teníamos que pasar por inmigración. La cola era larga.

Finalmente, pasamos la aduana y corrimos hacia el personal de tierra gritando "¡Suva! ¡Suva!". Nos dejaron pasar el control de seguridad por la vía rápida. Luego corrimos a la terminal nacional. Yo no paraba de murmurar: "¡Me están haciendo correr al día siguiente de una maratón! ¡Caramba!".
Una azafata nos tranquilizó: «Todavía hay mucha gente». Nos dieron las tarjetas de embarque y nos permitieron llevar el equipaje.
Pasar por el control de seguridad fue rápido, aunque una familia china tuvo dificultades con el proceso. Parecían estresados, pobres almas.
Nuestro viejo amigo, el Alenia ATR 72
Llegamos a nuestro avión, un pequeño Alenia ATR 72. Era nuestro decimotercer vuelo. Bromeé: "¡Vamos a morir!". 😅 Dentro, hacía calor mientras esperábamos a los últimos pasajeros. Al menos nos dieron agua.
El vuelo fue corto y sin incidentes. En menos de una hora, llegamos a Suva. Despegamos, nos dieron un vaso de agua, lo devolvimos y aterrizamos.
El rodaje fue fluido. Llevaba nuestro equipaje. Había reservado un apartamento barato cerca del aeropuerto a través de Booking.com. Todo funcionó a la perfección.
El taxi nos llevó a los Apartamentos Mohans. Fue un viaje rapidísimo; los apartamentos estaban prácticamente en la pista. Nos despertamos con el sonido de los aviones. ¡Se podía ver la pista desde el hotel!
El apartamento era diminuto pero funcional. Aire acondicionado, tetera, tostadora. Lo llamaban "apartamento". El agua era técnicamente potable, pero no nos arriesgamos. Una ducha y luego a la cama. ¡Siete horas de sueño fueron perfectas! 😴
Tuvalu-Funafuti
A las 6:30, otro conductor nos llevó al aeropuerto. Nos pidió el pago 😅. Le dijimos que lo habíamos pagado a través de Booking.

Aún no abría la facturación. La mayoría de los pasajeros parecían indios. Teníamos una hora y media de sobra.
El embarque fue puntual. Nos esperaba otro Alenia ATR 72. Desde la ventana, se veían pequeños atolones. Arena blanca, agua turquesa: un paraíso puro. Completamos el formulario de inmigración para Tuvalu: volví a ver que su bandera incluía la Union Jack, un guiño a su pasado colonial.

El aire acondicionado estaba a tope. Nos abrigamos con chaquetas. Los turistas chinos en la parte de atrás armaban un alboroto, casi como un grupo de borrachos camino a Benidorm.
El aterrizaje fue surrealista. Roger no entendía la ubicación de la capital. «Pero aquí no hay nada», dijo. Me reí: «¡Ese es el punto!».

¡¡¡Estamos en el país menos visitado del mundo!!!
Pasamos inmigración rápidamente. Nos preguntaron si habíamos visitado Vanuatu, Papúa Nueva Guinea o las Islas Salomón. Luego, en aduanas nos preguntaron sobre la comida; mostramos nuestros "huesitos".

Afuera, la calle estaba soleada pero agradable. El Parlamento estaba abierto. Al principio lo confundí con un motel. El aparcamiento del Primer Ministro estaba a la vista.

La población local era más pequeña que en Samoa. Muchos viajaban en bicicleta. Hoy era martes, así que un vuelo de conexión a Fiji generó expectación. El aeropuerto de Funafuti es pequeño, y solo opera Fiji Airways. Los vuelos son limitados, y perder uno puede retrasar el viaje varios días.
El aeropuerto en sí es encantador. Cuando no llegan vuelos, la pista también sirve como parque infantil. Los lugareños se reúnen allí, reflejando el ritmo de vida relajado.
Vi un cartel en el Hotel Filomena que anunciaba "Imanes para la nevera". Los isleños charlaban en la zona de llegadas. Las mujeres vendían joyas temporalmente tras la llegada del vuelo a Fiyi. Los jóvenes posaban para fotos cerca del cartel del aeropuerto. Dos cajeros automáticos estaban rotos.

La recogida que habíamos acordado no llegó. Una amable mujer local intervino. Su amiga nos llevó 25 minutos hasta NiuEti Lodge. Se negó a pagar. Su generosidad fue abrumadora comparada con la de otros países.
El lugareño señaló casas bien cuidadas, incluyendo la residencia del Primer Ministro, "Tafola", frente a la pista. Informal pero emblemática.
Geografía y peligros de Tuvalu 🌴
Tuvalu consta de nueve islas: en su mayoría atolones o islas arrecifales. Los atolones son anillos de coral con lagunas. Las islas arrecifales se asientan sobre arrecifes de poca profundidad. Funafuti es el atolón capital.
Fongafale es el islote principal. El terreno es diminuto, de unos 2,4 km², pero la laguna de Te Namo es enorme, de 24 km por 18 km. Numerosos islotes salpican la laguna.

La vulnerabilidad es alta. Los ciclones tropicales arrastran vientos y lluvias destructivos. Las mareas altas inundan islas. El aumento del nivel del mar erosiona la tierra y contamina el agua dulce. Los ciclos del ENOS provocan sequías o ciclones.
La vida en Tuvalu
Los primeros días fueron una mezcla de asombro y adaptación. Aviones, ceremonias locales y la belleza natural de una isla remota hicieron que cada momento fuera mágico.
Aprendimos historia: independencia en 1978, separación de las Islas Gilbert en 1974, retención del monarca británico como jefe de Estado. 👑

La reina Isabel los visitó en 1982 y el príncipe Guillermo y Kate en 2012. Ceremonias en canoa, bailes y espectáculos culturales marcaron su llegada.
Los lugareños eran educados, curiosos y serviciales. Las calles eran funcionales, a menudo desordenadas, con una vida vibrante visible por doquier. Perros, tumbas y casas prácticas marcaban el ritmo del atolón.

Tuvalu está aislado. Vuelos limitados, importaciones caras, infraestructura mínima. La vida diaria depende de la comunidad y la resiliencia. La energía depende del diésel. Los bienes son más caros.
Tiempo de devoción 🙏
Esa noche, al anochecer, vimos que todos los coches y motos estaban parados. Los lugareños nos explicaron que era "Tiempo de Devoción".
Todos los días, de 6:45 p. m. a 7:00 p. m., todos hacen una pausa. La gente reflexiona, reza o permanece en silencio. Incluso los perros dejaron de vagar libremente.

Exactamente a las 7 p. m., la vida se reanudó. Las calles, las bicicletas y los vehículos volvieron a circular. El ambiente era de paz, lo que demostraba la profunda influencia de la fe en la vida diaria.
Aventura en scooter por Tuvalu 🛵
Después de una tormenta tropical por la noche, alquilamos una moto. El día estaba soleado, perfecto para explorar.
El paseo en scooter reveló palmeras, casas bajas y escombros dispersos. Perros, tumbas y la vida cotidiana creaban un panorama caótico pero fascinante.

Exploramos el norte, pasando por preparativos policiales, carreteras estrechas y el puerto. Contenedores, cargueros y espacios industriales funcionales contrastaban con las aguas turquesas.

La basura seguía siendo un tema recurrente. Aparecían niños pequeños en la carretera, algunos pidiendo dinero, nos seguían perros callejeros, y nosotros llevábamos un viejo osito de peluche que encontramos.

El paseo del día terminó con un baño en las aguas poco profundas de la laguna. La libertad total, la soledad y el paisaje vibrante lo hicieron inolvidable. 🌦️
Regresamos al hotel para descansar y observamos a los lugareños relajándose, charlando y disfrutando de la noche. El ritmo de vida aquí es inigualable.

Saliendo de Tuvalu 🌧️
Nos llevaron al aeropuerto en un sedán nuevo. El conductor parecía más adinerado que la mayoría de los locales.
El check-in fue rápido y llevamos nuestras maletas. Cayó una lluvia intensa antes del despegue 😨, y luego paró.
El vuelo de regreso a Suva transcurrió sin incidentes. En Suva, pasamos rápidamente por inmigración y aduanas. El embarque en el vuelo nacional a Nadi fue sin contratiempos. Dulces, canciones familiares y la conversación de un viajero fiyiano lo hicieron muy acogedor.
Ahora me considero oficialmente un experto en Fiji Airways 😉. El operador nacional es Fiji Link, parte de la aerolínea más grande.
🏃♀️ La carrera 🏃♂️
Carrera de 10 km en Tuvalu
Algunas carreras son inolvidables. Nuestra primera carrera en Tuvalu fue una de ellas. Extraña, exótica, divertida y un poco peligrosa. ¡Cuidado con los perros! 🐕

Acabábamos de llegar y queríamos explorar la isla de Fongafale. Había estudiado la geografía con detenimiento. Nuestro plan era recorrer la isla hacia el sur y regresar al aeropuerto, unos 5 kilómetros.

Terminamos corriendo 10 kilómetros. En el camino, nos topamos con el Primer Ministro de Nauru, que llegaba para una cumbre del atún. Más tarde, unos lugareños cargaron un atún enorme en una motocicleta. Parecía una película.
La temperatura era perfecta, a pesar de ser las 4 de la tarde. Amenazaba nubes, cayeron algunas gotas, pero no hubo chaparrones. El punto más alto de la isla está a solo tres metros 😄.
Conociendo la isla

La isla no tenía elevación ni papeleras. Era pobre, rústica y funcional. Suciedad y basura esparcida por todas partes, pero se sentía auténtica. Un paraíso mezclado con realidad.
Los niños jugaban semidesnudos, saludando y gritando "¡Hola!" sin parar. Algunos estaban completamente desnudos, otros en pañales. Uno, un poco travieso, nos disparó con una pistola de agua.

Los perros eran el mayor peligro. La mayoría nos ignoraba, pero algunos ladraban y se abalanzaban sobre nosotros. Corrí por el centro de la calle para evitarlos. Roger usó su bastón Insta360 para ahuyentarlos. ¡Qué efectivo! 😆
Llegamos al final del camino asfaltado, pero continuamos por un sendero de tierra. Una pequeña selva tropical emergió antes de llegar al extremo sur. Rocas flanqueaban el agua a ambos lados, conduciendo a una pequeña isla verde.

La basura arruinó el paisaje. Incluso nos llevamos un anzuelo de recuerdo. Un paraíso, pero un desastre.
De regreso, vimos lo que creíamos que era el único autobús escolar dando la vuelta al final de la calle. Las casas eran pobres, funcionales y daban a la calle. Los lugareños se relajaban en hamacas o porches.

Había tumbas decoradas con flores y fotos por todas partes, a veces junto a ropa tendida. Incluso vimos cinco perros durmiendo la siesta en una tumba. Cerca, un cerdo enorme campaba a sus anchas.
Los contenedores recogían agua de lluvia, un recurso vital. Basura como lavadoras o cocinas viejas se depositaban descaradamente frente a las casas. Junto a NiuEti Lodge, la tumba de un anciano rezaba: «La vela se apagará, pero tu luz persiste».
Continuamos hacia el norte, hacia el centro de Funafuti. Los niños jugaban semidesnudos y saludaban. Un restaurante de barbería parecía sospechoso, pero auténtico.
Corriendo por la pasarela
Planeábamos correr por la pista, pero sonó una alarma. ¡Viene un avión! 🛬
Los vecinos se reunieron para observar. Un niño sostenía un avión de aluminio. Una camioneta oficial ahuyentó a los perros. Entonces apareció una luz en el cielo.

El avión aterrizó a una velocidad asombrosa, más ruidoso y espectacular que en cualquier video. Corrimos mientras descendía. ¡La adrenalina se disparó!
Era un jet privado. Personas con trajes negros recibieron a los pasajeros. La mujer tuvalesa que nos había atendido antes confirmó que era el primer ministro de Nauru. Los lugareños celebraron.
Dentro del edificio, un centenar de personas presenciaron una ceremonia en honor al Primer Ministro. Bailaron con coronas de flores, faldas de paja y atuendos tradicionales. Tres ancianas bailaban al fondo. La emoción era palpable.
Nos permitieron filmar, pero no entrar. El primer ministro estaba allí para una "cumbre del atún". La mujer tuvalesa explicó la política: Tuvalu se alía con Taiwán y Australia ofrece asilo climático a los isleños.
La pasarela se convierte en un patio de recreo

Tras la partida del avión, los lugareños ocuparon la pista. Se convirtió en un parque infantil.
Cientos de niños jugaron al rugby, montaron bicicleta y aplaudieron. 🏏

Corrimos por el medio, donde minutos antes había despegado un avión.

La pista se extendía por más de un kilómetro, perfecta para correr. Un cerdo enorme incluso se unió a la diversión.


Continuamos hacia la costa rocosa y el mar. El paisaje era agreste, remoto y hermoso. Había basura esparcida por las rocas, pero las vistas aisladas eran impresionantes.
De regreso paramos en el Hotel Filomena y compramos dos imanes para la nevera y una camiseta: “Tuvalu, el país menos visitado”.
Un cachorro tímido con collar se nos unió brevemente. Llegamos a la playa rocosa. Aguas turquesas, palmeras y un atardecer creaban una escena mágica. Los niños reían y jugaban.
Carrera del albergue NiuEti
Regresamos al NiuEti Lodge, exhaustos pero eufóricos. Los lugareños jugaban a las cartas afuera mientras nos relajábamos. El ritmo de vida aquí es inigualable.
Esta carrera me recordó por qué Tuvalu es especial. La mezcla de aislamiento, vida salvaje y caos lúdico es inigualable. El entorno es desafiante, pero inspirador.
Correr aquí no era solo ejercicio; era una inmersión. Cada paso nos conectaba con la tierra, la gente y los ritmos únicos de la vida isleña.
Las rocas, las lagunas, los niños, los perros, los cerdos y las ceremonias la convirtieron en una de las carreras más memorables de la historia. 🌊
Reflexiones
Correr en Tuvalu me enseñó paciencia, consciencia y alegría en las experiencias sencillas. La libertad, la soledad y el caos coexisten en perfecta armonía.
Los pequeños atolones e islas de arrecife plantean un desafío único. Perros, tumbas y áreas de juego exigieron creatividad. Cada rincón ofrecía sorpresas.
Esta carrera se quedará conmigo. La combinación de personas, animales y una geografía impresionante la convirtió en una aventura única. Tuvalu no es solo un destino; es una experiencia.
🍜🍽️ Qué comer Antes y después de correr en Tuvalu 🍽️

Carga de carbohidratos (antes de la carrera)
- Panqueques Palusami:Hecho con hojas de taro y crema de coco: pegajoso y lleno de energía, como la barra energética de la madre naturaleza.
- chips de fruta del panCrujiente, tropical y perfecto para recuperar carbohidratos en movimiento.
- Papaya de temporadaHidratante y ligera: la bebida deportiva natural con vitamina C para una piel radiante a mitad de carrera.
El pescado y las patatas fritas de cualquier restaurante local (hay varias opciones en la isla) también pueden servir como una comida rica en carbohidratos antes de correr. 🍴

Recuperación de proteínas (después de la carrera)
- Ensalada de cangrejo y cocoDulce, sabroso y cargado de proteínas; la recompensa perfecta después de correr.
- Pescado a la parrilla con puré de lima y taroLos peces de arrecife locales te aportan los omega 3 que tus músculos necesitan.
- Agua de coco + plátanosSimple, dulce y revitalizante al instante: lo sentirás correr por tus venas.
El pollo agridulce o la carne con frijoles negros, que probamos en un restaurante chino local, ¡constituyen una opción de proteína satisfactoria para recuperar energía y ayudar a la reparación muscular!



Información útil
🏃 Corriendo en Tuvalu, en Oceanía.
👟 Urbano:traer zapatos para asfalto: aunque hay zonas donde se puede correr sobre arena o sendero, la mayor parte de la isla es un largo camino asfaltado.
✅ Paisajes increíbles con aguas turquesas, atolones estrechos y exuberantes islas verdes. 🌴
✅ Encuentros culturales únicos: los niños animan, los lugareños saludan y ¡podrás correr frente a la residencia del Primer Ministro!
⚠️Acceso difícil: los vuelos son escasos, caros y, a menudo, requieren múltiples conexiones desde Fiji. ✈️
⚠️Perros por todas partes: la mayoría son tranquilos, pero algunos ladran y persiguen, así que mantente alerta. 🐕

Mapa


Un libro
📘 “Una breve historia: Tuvalu”
Leer esta novela antes de visitar Samoa es como escuchar a un amigo local susurrarte secretos culturales al oído. Obtendrás una visión genuina de... fa'a SamoaDesde los chismes del pueblo y los rituales de la iglesia hasta el peso de las expectativas culturales y la dulzura de las risas comunitarias. El vibrante entorno te prepara para ver más allá de la fachada turística, para abrazar los ritmos y las historias de la vida cotidiana en Apia y más allá. Enriquece cada visita al pueblo, paseo por la playa o talanoa informal con una empatía y una conexión más profundas.

Resumen: “Una breve historia de Tuvalu" lleva al lector a un fascinante viaje a través de la historia de esta pequeña pero resiliente nación insular del Pacífico. Desde sus primeros colonos polinesios y sus ricas tradiciones marítimas hasta la llegada de los exploradores europeos en el siglo XVI, este libro ofrece una visión concisa pero completa de la evolución de Tuvalu.
Explore el impacto del dominio colonial británico, los efectos de la Segunda Guerra Mundial en las islas y la transición pacífica de la nación hacia la independencia en 1978. Adéntrese en el singular patrimonio cultural de Tuvalu, su lucha constante contra el cambio climático debido al aumento del nivel del mar y su papel a nivel mundial como firme defensor de la sostenibilidad ambiental. Ya sea un entusiasta de la historia, un viajero o simplemente sienta curiosidad por esta remota nación insular de impresionantes atolones y arraigadas tradiciones, Una breve historia de Tuvalu ofrece un relato atractivo y accesible de su extraordinario pasado y su incierto futuro.

Para saber mas…
🎥 y 📚 Otros libros y películas sobre Tuvalu que vale la pena explorar:
- 📔 “¿Dónde diablos está Tuvalu?”De Philip Ells. Memorias de no ficción. Relatos divertidos y reveladores de un voluntario convertido en abogado de base en Funafuti: una gran inspiración para la carrera.
- 🎬“Tiempo y marea” (2006). Documental. Impresionantes imágenes de la vida isleña y la urgencia climática; ideal para ver antes de su llegada. (pmagroup.org.nz, goodreads.com, en.wikipedia.org)
- 📔“Un patrón de islas”, Por Arthur Grimble. Memorias. Relatos de la época colonial impregnados de leyendas locales: clásicos, reflexivos y bellamente escritos.